Bienvenido Pepsi Music

Mañana horrible en Buenos Aires. El país llora el fallecimiento de Romina Yan, o al menos, eso nos quieren hacer creer los medios de comunicación. El ciclo más escuchado de la radiofonía argentina, abre con González Oro cantando un tema dedicado a la actriz fallecida. Desde la Frecuencia Modulada, a la misma hora, Mario Pergolini recuerda a la hija de Gustavo Yanqulevich y Cris Morena, con la canción “Shine on you crazy diamond”. Finalizada la épica obra de Pink Floyd, el show debió continuar.

Tres horas más tarde, Pergolini estaba subido en un escenario ubicado sobre la calle Freire, listo para presentar el recital relámpago de Catupecu Machu. La idea era abrir oficialmente el Pepsi Music 2010, festival que se llevará a cabo el próximo mes en Costanera Sur; y de yapa, celebrar los 25 años de Rock & Pop en la mismísima puerta de la radio, con transmisión exclusiva para todo el país.

“Confusión”, “Oxido en el aire” y “Magia veneno” iniciaron el mini set de Catupecu, mientras llegaba más gente para copar la cuadra revolucionada por el grupo de Fernando Ruiz Díaz. Pese a la garúa finita que pronto se transformaría en lluvia, muchos se ratearon del colegio, algunos se escaparon un rato del laburo, y otros escucharon que había música, y pasaron.

Desde los balcones, vecinos copados que dieron el visto bueno para que este encuentro fuera posible, miraban atentamente lo que sucedía a tan solo metros de sus respectivos hogares.

A Fernando Ruiz Díaz no le importó disponer de poco tiempo, al contrario: entre tema y tema contó cómo conoció la Rock & Pop, y se dedicó a saludar a sus amigos y conocidos. También, aprovechó para manifestar su bronca por la prohibición de recitales en Capital.

Nuevamente en el plano musical, invitó a Wallasy Pablo M. de Massacre, para interpretar “Plan B: Anhelo de satisfacción”. Aquí, “El Tordo” se robó el segmento con un brillante solo.

Ya casi terminando el inusual concierto, la potencia de “Origen extremo” dio paso a que Colegiales saltara al ritmo de “Y lo que quiero es que pises sin el suelo”, convirtiéndose así en un gran pogo interrumpido por un corte en los amplificadores. De este modo, el agua de la lluvia le jugaba una mala pasada al sonido, además de provocar el resbalón del hiperactivo Fernando Ruiz Díaz.

A continuación, la improvisación se adueñó del show accidentado, con Mario Pergolini en batería para, audazmente, versionar “Billie Jean”. Luego sí, todo volvió a la normalidad, y la bestialidad de “Dale!”, enganchado con el ramonero “Blitzkrieg bop”, arrasó como topadora. 

Atrás había quedado un pequeño recreo para los cientos de presentes que arribaron al lugar, deseosos de ver y escuchar rock, un miércoles al mediodía. Con caras largas, ellos sabían que debían regresar a sus vidas normales, para continuar con la rutina diaria. Eso sí, la hora que vivieron junto a Catupecu Machu, hizo que el día no fuese uno más.