Bienaventurado el que duda

Pasadas las doce de la noche el escenario de El Condado se tiñe de bruma roja y una intro indica que el show de THE KERUZA está por comenzar. Pero no todavía: un desperfecto técnico relacionado a los cables retrasa el arranque. JOSE LAVALLEN -guitarra- se acerca al micrófono a pedir paciencia. El público, que apenas bajaron las luces se posicionó de pie frente al escenario, da tiempo tranquilamente mientras la batería de NICOLAS DANILUK le pone ritmo a la espera.

Con “Hacelo” empieza finalmente el show. Coros que se encienden en sincronía con las luces hacia el estribillo llevan a “Los Cordones del Sadismo” y su melodía piojosa. Un poco de ambiente para “Sobre Dudas y Obviedades” y una marcha con acordeón para “Simón”, antes de la cual el cantante MARTIN SANCHEZ hace la primera de muchas referencias a la visita de BUS, rompiendo uno de los carteles que adornaban el escenario con la consigna “Si Viene Bush, Yo Paro”.

Pero no solo al presidente estadounidense van destinadas las críticas: no escapan las explícitas sutilezas del cantante a la unión de músicos independientes –“… por que The Keruza prefiera hacerse desde la calle antes que tocar donde te dice el Estado…”- , ni “… esos músicos que antes eran del palo y ahora comen sushi…”, a quienes va dedicada “Un Común de Los Artistas”.
“Pero todo tiene su contracara” dice MARTÍN, y aparentemente MANU CHAO goza de ese honor y para él va dedicado el clásico de MANO NEGRA, “Machine Gun”.

Luego del viaje de “Nacimiento”, la banda deja el escenario y en los parlantes suena una versión apocalíptica de “Noche de Paz” que indica que “…todo está por terminar”.
Pero luego de un breve descanso vuelven para darle los toques finales a la velada, que alcanza su pico con el ritmo fijo y a lo SUMO de “Neumáticas”, y con la flauta invitada que ayuda a interpretar “Song For Jeffrey”, de JETHRO TULL.

La gente sigue parada y el baile destila calor mientras las gargantas corean canciones y THE KERUZA va despidiendo la noche…