RESEÑAS
Bailan felices

El mismo día que GEORGE W. BUSH pisaba la Argentina para asistir a la Cumbre de las Américas -bajo un repudio generalizado, tanto en Mar del Plata como en la Plaza de Mayo y en todo el país-, LA ZURDA brindó un cálido show donde repasaron su primera y única placa homónima y no olvidaron mandar saludos para “este pobre hombre que está enfermo”.
EMA –voz, charango y trompeta- apareció en escena con una especie de mascara de patito y desde su pequeño envase manejó los hilos de una festiva noche en la que el rock se dobló sin romperse y arañó los ritmos autóctonos de las tierras argentinas y latinas, creando una mezcla muy contagiosa.
La banda es oriunda de Haedo y tiene mucha banca en el oeste, pero sus sonidos son un pastiche de las músicas del continente americano. Charango, bombo legüero, cajón peruano y caja andina sobre el escenario, y los vientos del norte soplan con fiereza en Niceto.
Hip hop andino en “Falopero” (su caballito de batalla que los llevó a grabar el primer disco bajo las redes de GUSTAVO SANTAOLALLA), un huayno para “Santa Anita”, música que proviene desde los andes peruanos y que fue adoptada por los otros pueblos en una zona donde existen cientos de ritmos, y el rock que aportan los zurdos a esta expresión podría contarse como uno más.
Con el bombo -en manos del bajista NAHUEL- marcando el tempo, suena “Argentino”, que es dedicado a “uno de los terroristas más grandes del planeta, Bush, que nos acecha”. El público responde con: “Bush fascista, vos sos el terrorista”.
“Tafí del Valle” es una pintura del mundo norteño con una dulzura extrema y saludable. Cajón peruano, bombo y charango, ubicados uno al lado del otro y: “viento del norte sopla en las calles, bailan felices en Tafí del Valle”, que es acompañado con palmas y baile.
Para el que conoce esa parte de Tucumán es imposible no sobrevolar con su cabeza ese hermoso pueblo e imaginar las postales que describe EMA con sus versos.
Al igual que KARAMELO SANTO, hacen un culto de la cumbia del altiplano, y con una intro de tambores y timbales y el coro de la gente que se prende –“te doy macoña que te da la libertad”– explota el “Culebrón timbal”.
Suena “Los ejes de mi carreta”, de ATAHUALPA YUPANQUI, y “Mimbre y café” entrega coplas que homenajean a los campesinos, símbolos del trabajo en las tierras.
“Andaré” y “Frontera” sostienen el baile y la fiesta creada, y los músicos se van para volver a darle el cierre a la noche con “Mundo”, que desata el último grito de consagración y le da su adiós al show con la trompeta de despedida.
Mientras trabaja en su segundo disco -y luego de una gira europea- LA ZURDA sigue ofreciendo sus sonidos por los escenarios bonaerenses y capitalinos. Niceto se llenó de climas y versos, de bailes y palmas, de charangos y guitarras, y la fiesta zurda dijo presente.
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