Babasónicos en estado de rock

Pasadas las 22 horas, y después del set de LEO GARCÍA, las luces del estadio se apagaron, el telón se corrió y una cortina circular de luces que subía iluminó a esos seis jinetes del dance-rock argentino.
Sobre la Hierba fue el tema elegido para empezar, como un regalo a sus más fieles seguidores. Después se despacharon con una seguidilla de temas con alto contenido de rock como Seis Vírgenes Descalzas, Egocripta, Pendejo y Desfachatados.

Zumba y Perfume Casino fueron los próximos para darle paso a una sección un tanto más bailable que incluyó ”Sheeba Baby, Fizz y el éxito Los Calientes.
Como es habitual, el grupo salió a escena con su particular vestuario. Esta vez, mucho cuero, remeras de red y un gorro de policía al mejor estilo VILLAGE PEOPLE.

El show tuvo éxitos de todos sus discos, incluyendo además temas de sus placas no oficiales como Demasiado de Groncho, Vórtice de Vedette o el outtake Natural, incluido en la reedición de Pasto.

BABASÓNICOS es -por su historia- una de esas bandas que puede darse el lujo de pasar de la fuerza de Poder Ñandú y Montañas de Agua, rodear por el moderno Deléctrico hasta caer en Esther Narcótica y su Valle de Valium, interpretada sólo con una guitarra.

El recital se caracterizó por tener divididas las casi dos horas de show en tres secciones más o menos básicas: rock, dance y lounge, que se fueron alternando entre sí para darle una continuidad que – aunque no siempre se logró- mostró que para los BABASÓNICOS no existe encasillamiento posible.

Soy Rock fue el último tema antes de los bises; antes habían sonado los poderosos Malón y El Adversario.
Con El Loco fue que regresaron, para concluir el show con una serie de canciones que rondaron lo melancólico: Rubí, El Ringo y La Fox fueron los últimos temas de la noche.

Los BABASONICOS, abandonando un poco el glamour de su último disco, brindaron un espectáculo digno de su historia.