RESEÑAS

Autopista al infierno

Por  | 

Desde hace un tiempo largo, por los pasillos del rock se viene diciendo que Satan Dealers es una de las mejores cosas que le pasó a la escena nacional en la década de 2000. Pues bien, qué mejor que un sábado a la noche para sacar nuestras propias conclusiones a puro rock, con una cervecita en la mano y chicas hermosas a los costados.

El Salón Pueyrredón, siempre tan amigable, fue el lugar ideal para esta música del demonio que tanto nos gusta. Banda soporte: Los Tónicos, un cuarteto preciso y contundente que se formó luego de la disolución de Domínguez, el anterior grupo liderado por Pato Domínguez.

Entre otras canciones, sonaron “Dame más”, “Sin remedio” y “Caballo de metal”. Una breve muestra que sirvió para repetir en voz alta que Los Tónicos es una banda a la cual vale la pena prestarle mayor atención.

Durante el corto impasse, muchos aprovecharon para charlar entre amigos, fumarse un pucho o simplemente salir a tomar aire al balcón. Luego, al tiempo que la música en espera acababa y el telón se volvía a abrir lentamente, el amable público se acercaba otra vez al ambiente principal del Salón.

Satán Dealers dio la cordial bienvenida y arrancó con “My favourite rock star”, rugiendo así su primer tema furioso de la noche. El enérgico show continuó con “I’m not like you”,“Nada tiene por qué” y “Me tapa el aire”. De esta manera, la lista respetó el orden de los primeros tracks de “En vivo Roxy Live Bar”, flamante disco en directo del grupo.

Uno de los puntos más altos del recital llegó tras “Bajo esa piel” y “Fuego”, cuando Vito Rey subió como guitarrista invitado para “Black hunter, white hunted” y “Moonage daydreams”, de David Bowie. En este último, el mencionado violero de Ley del Buey aportó un solo descomunal que enalteció el salvaje cover de “El Duque Blanco”.

Llegando casi a la medianoche, nadie podía discutir la potencia rockera de los Satan Dealers, fielmente reflejada en su CD en vivo grabado en Roxy Live Bar (tal como su nombre lo indica). Allí se puede escuchar la vitalidad de la banda liderada por Adrián Outeda, ya con 10 años de experiencia sobre las espaldas.

Terminando su presentación, los satánicos se despidieron con “No afines puntería”, “No hay amigos en este tren”, “How hard it is to fix” y “Luces”; al palo, tal como llegaron, dejando bien en claro que llevan el rock & roll en la sangre, y que saben evidenciarlo en sus infernales manifestaciones artísticas. Al final, parece que sí: el rumor comentado en el primer párrafo es cierto.

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión