ENTREVISTAS
“Aún tengo el joven enojado”

Para quienes rondamos o pasamos los treinta y estamos metidos hace tiempo dentro de la movida del punk y el hardcore, una visita como la de Circle Jerks es algo similar al debut sexual con la mujer más hermosa del mundo. Algo imposible de imaginar hace años atrás, que por fin se da. Pero basta de filosofar y pasemos a la entrevista con Keith Morris.
Iban a venir a Bs. As. en diciembre de 2008, pero tuviste un problema de salud en un show con Turbonegro. ¿Qué te sucedió? ¿Cómo estuvo el show?
Volé a Oslo para cantar algunos temas con ellos en el festival de música más largo de Noruega, el “Oyafest”, donde acudieron 30.000 personas, y algunas de las bandas eran My Bloody Valantine, The Night Marchers y Sonic Youth, entre otras. Es un viaje de alrededor de 20 horas con paradas en tres aeropuertos y aduanas, incluyendo volar sobre el polo norte. Llego ahí, ensayo con Turbonegro, son las 22:30 y voy en busca de comida. No hay nada abierto y la comida que encuentro no es para el consumo humano. Me doy cuenta que no voy a comer y vuelvo al hotel, miro una película y luego procedo a vomitar durante 24 horas. Caigo en un coma Ketoacidosis debido a mi diabetes. Termino en el hospital por una semana. Por esto fue que tuvimos que cancelar las fechas de Sudamérica.
Según leí en MySpace, están preparando material para un nuevo álbum. ¿Van a presentar algún tema en Buenos Aires?
Estamos tratando de componer material para un nuevo disco, lo que es increíblemente difícil, porque como decíamos, somos amigos, ¡pero realmente nos odiamos! Hay asuntos de derechos, gente que es demasiado creativa y por supuesto todos somos sabelotodos. Por esto es que los Jerks son tan exitosos. Y en cuanto a tocar temas nuevos en Sudamérica, personalmente no pienso que eso importe, ya que nunca tocamos allí. Así que la idea es rockear y no tropezar con temas con los que no estamos familiarizados. Esto no significa que no vayamos a tratar, pero no estoy muy metido en eso.
En una parte del documental “American Hardcore”, Henry Rollins comenta un recital de ustedes en Washington, en el que los fans hicieron una gran revuelta, y que nunca había visto nada así. ¿Recordás aquel show?
Ese fue el primer show de Circle Jerks en el Club 9.30, en el capitolio de nuestra nación. Fue con Minor Threat ¡y fue un kilombo!. Gente volando en el aire, saltando del escenario cada dos minutos, y lo más importante: ¡nadie salió herido! No hubo peleas y todos pasaron un gran momento. También recuerdo a Ian Mac Kaye, el vocalista de Minor Threat, caminando por ahí antes del show con un cartel pegado en el frente de su remera que decía :No puedo hablar, tengo laringitis. Eso me pareció gracioso e inteligente a la vez. Increíble show.
Ustedes son una de las pocas bandas de punk rock de E.E.U.U. que siguen tocando desde el principio. ¿Qué recordás de esos días? ¿Cómo ves la escena de punk rock, hoy?
Bueno, los Circle Jerks en realidad no estamos desde el comienzo como estaban X, Weirdos, Avengers, D.O.A., Skulls, Flesheaters, Screamers Plugz, The Cramps, Dead Keneddys, Germs, Fear, Misfits, y algunos más antes que nosotros, y The Seeds, Standells, Love,Music Machina, y otros antes que ellos. Cuando se trata de la escena musical de L.A., nosotros crecimos con ella y fuimos parte de lo que fueron todas esas bandas, cada una con su personalidad. No había una competencia o traición del tipo yo antes que vos. Era una gran fiesta. Esta nueva escena de punk rock es bastante una basura. Hay algunas bandas buenas que sobresalen, pero el campo está tan abarrotado con tanta basura que cuando sale
alguien que realmente es bueno, esto hace que brille más, como el caso de No Age, Fucked Up, Disttilers, Hit me Back, que se destacan por sobre los clones de Sid Vicious y las bandas de chicos prefabricadas corporativas.
¿Qué es lo que te motiva a seguir tocando después de tantos años? ¿Qué es lo que te motivó a formar C.J.?
Mi motivación principal es que aún tengo el joven enojado corriendo dentro mío, ¡y que no soy un idiota! Sabiendo que aún puedo hacer esto a los 53, y seguir con la mayoría de las bandas más jóvenes y hacerlo igual de bien, o mejor. Mientras haya combustible para el motor… La motivación detrás de los C.J. fue que Greg Hetson acababa de dejar Red Cross y yo había dejado Black Flag unas semanas antes, y comenzamos los Jerks por una situación conveniente. Ambos queríamos continuar tocando o haciendo ruido o como quieras llamarlo, y se nos presentó la oportunidad con Lucky Lehrer ya como nuestro baterista. Red Cross audicionó a Lucky como su baterista y a los hermanos Mc Donald no les gustó, así que Greg y yo le preguntamos si comenzaría una banda con nosotros, y los C.J.comenzaron.
¿Qué recordás sobre tus días en Black Flag? ¿Creés que se van a reunir nuevamente?
Mis días en Black Flag estaban llenos de energía, odio, locura, horas de ensayos, cerveza y polvo blanco. Tocábamos en livings, patios, cafeterías, sótanos y en un picnic de domingo a la tarde en un parque lleno de familias cercano a un pequeño estanque con patos. Tuvimos algunos shows increíbles y cuando me fui solo teníamos 16 temas, así que algo de esto fue un poco confuso. No habrá una reunión de Black Flag conmigo, ya que estaba supuesto que yo fuera una parte de la última, y unas pocas semanas antes del show me dijeron que yo estaba difundiendo rumores sucios y difamatorios, y que mis servicios no eran necesarios. Yo fui un miembro fundador y me dijeron que no podía ser parte del show. Está todo bien porque todos con los que hablé me dijeron que fue un robo, la música y la actuación fueron terribles. Menos mal que no estuve ahí, probablemente hubiera sido embarazoso.
Como sabrás, hay un montón de bandas que se han reunido contando con algún miembro original, pero careciendo de
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