Atacados

Un domingo como el de hoy, con sol y vientito, era ideal para un asado en una terraza, vino y fútbol. El Torneo Clausura está al rojo vivo e invita a relajarnos en un sillón, o bien perder la garganta en el tablón para ver como se sacan chispas los punteros en la recta final.

Sin embargo, a mitad de recorrido del 42 atestado de simpatizantes de River, ATTAQUE 77 convida punk, rock, pop y hits en The Roxy, el último de la serie de tres, para mostrar en sociedad los temas de “Karmagedón”, editado hace un año.

La banda está llegando a la mayoría de edad legal y exhibe sus inoxidables himnos como documentos ante los casi mil que vinieron a buscar calorcito en este recinto. Pero antes, tienen como grandísima idea tocar absolutamente todas sus últimas canciones.

Así las cosas, a las 21 horas, corrido el telón, que dejaba ver una ciudad caótica emulada por la escenografía de cartón, los cinco músicos –CIRO, MARIANO, LUCIANO y LEO, con el soporte de TUCÁN BOSSA en teclados y pandereta-, se quedaron estáticos mientras un video en la pantalla iluminaba una metrópolis, como bien podría ser Buenos Aires. Luego, el show comenzó formalmente con “Ejército de salvación”, al que lo siguió “Cartonero”, último hit cosechado por los punkies.

Todo transitaba con normalidad, hasta que durante “Vórtice”, MARIANO MARTÍNEZ mantuvo un ida y vuelta con un supuesto fan que los acusaba de “putos” y, además, que “les gusta la guita”. Terminada la pieza, el guitarrista contó al resto de los presentes la situación, usando el poder de tener la última palabra por estar sobre un escenario y con un micrófono. Así, todo el recinto abucheó al agresor, derivando esto en la arenga “Soy de Attaque”, acompañada por los músicos y sus instrumentos.

A medida que el gig transcurría, quedaba flotando en el aire que ATTAQUE escribe letras “aptas para todo nick”. Una de las mejores canciones de la placa hoy presentada, “Matar dragones”, reza: “En nombre del amor hice cualquier desastre”, al tiempo en que “Antorcha” dice: “Y yo quiero estar junto a vos para siempre”. Es fácil imaginarlas escritas junto a un contacto de MSN.

El bloque de estrenos lo cerraría la belleza que porta “Chance”, último corte de difusión. Tras un breve intervalo, la última media hora fue lo más entretenido del concierto, ya que recrearon páginas de su pasado, comenzando por “Perfección”, cover de los brasileños LEGIAO URBANA, y desgranando oldies como “El cielo puede esperar”, “Gil”, “Tiempo para estar”, “Ángeles caídos” y la enorme oda a la masturbación, “Caminando por el Microcentro”, la cual cita a EDDA BUSTAMANTE.

Un trío de vientos, que anteriormente acompañaron en “Horno”, saborizaron las versiones de “San Fermín”, “Iemanja” y “El jorobadito”, otra apropiación, aunque en este caso de AUTENTICOS DECADENTES.

Ya no quedaba mucho más tiempo gracias a las disposiciones municipales que piden silencio a partir de las 11 y media de la noche, por eso el último grito punk lo dio el tridente “Chicos y perros”, “Donde las águilas se atreven” y el escatológico y breve “Quince segundos”.

Palillos, púas y otras ofrendas a los fieles volaron por los aires, mientras pienso en que las presentaciones de nuevos trabajos no causan el mismo golpe de efecto que generan las que sabemos todos, por el simple hecho de que cada disco requiere un proceso de “digestión” y acostumbramiento al oído.

Es por eso que la gente se encendió por completo recién sobre el final, cuando esos temas que ubicaron a ATTAQUE 77 entre las bandas más populares del rock nacional, se hicieron presentes a fuerza de cuerdas, gargantas y cables.

Quizás hubiera sido más funcional al concierto mechar lo nuevo con lo viejo, pero… ¿quiénes somos nosotros para cuestionar a una banda madura, conformada por estos tipos que ya peinan canas y le cantan a los cartoneros pero cada tanto recuerdan las cervezas, polvos y el 143? Será cuestión de seguir disfrutándolos, tomen la forma que quieran tomar ellos.