RESEÑAS
Ardió el Salón Pueyrredón

Las seguidas y menos esporádicas presentaciones del grupo hacían creer a los fanáticos que el futuro del grupo estaba bastante encaminado. Después de sus exitosos shows en el Planetario y en el Parque Sarmiento (con motivo del los conciertos programados por el gobierno) nadie ponía en duda la continuidad del combo. Grande fue la sorpresa de muchos al enterarse de los problemas internos de la banda, provocando así la duda de que pasaría en el futuro.
Marcaban las 23:00 hs del viernes y la banda salía a escena sin su carismático cantante. Canciones antológicas del grupo, que hacía mucho tiempo no se escuchaban, como el caso de ”Ven vuelve”, “La colina” y “Alimentándome del sol” se ejecutaban casi sin respiro. La gente cantaba y bailaba casi como si no faltara una parte esencial y como si fuese la última vez que lo harían en sus vidas. “Vamos a tomarnos en respiro, en un rato volvemos”, comunicó el bajista y cantante de turno -MARTÍN ALOE- a los fervorizados presentes, que acababan de presenciar un momento histórico de la banda.
Vuelve a abrirse el telón. SERGIO ROTMAN está en el escenario, con la misma fuerza y energía de siempre. El público vuelve a enfervorizarse. “La Eternidad”, “Llega el Dolor”, “El Secreto del Nombre”, “Deja que te diga”, básicamente la lista de siempre de cuando la banda está completa en escena. Abajo es todo éxtasis. Varios cuerpos que no se conocen entre sí se dejan sacudir por las vibraciones emanadas por 16 cuerdas que pegan acá, en el pecho, mientras el ritmo de los parches es similar a una tropa de caballos viniendo hacia nosotros. Todos los temas son ejecutados con urgencia y precisión. La banda se despide de los presentes. En menos de 24 horas volverán a estar ahí.
Sábado a la noche. Casi las mismas caras podríamos decir. La gente se muestra tranquila disfrutando de alguna bebida y una charla con amigos. Toda esa calma se interrumpe al salir la banda a escena. Esta vez con SERGIO desde el comienzo. Una lista extensa de canciones que pasan como una ráfaga. Una banda que, más allá de los conflictos, derrocha energía. La gente lo sabe y responde. Temas propios y ajenos son cantados, por el público y por la banda, como si de ello dependieran sus vidas.
La banda elige un cover para cerrar la noche. El tema elegido es “Reuters”, de los legendarios WIRE. Esa canción que profesa en su letra “And sooner or later the end will arrive”. Se despiden, pero el público quiere más, mucho más. Ni siquiera los músicos saben si habrá más. La gente guarda todavía esperanza de que así sea.
Pasó un show más -o un show menos- en la historia de CIENFUEGOS. Depende del lado que se mire. Luego de casi 25 años juntos, tal vez la banda más atípica del rock argentino, demostró que también son humanos y dejaron denotar los crecientes conflictos en el grupo. Esto no impidió la realización de dos (o más bien tres) conciertos brillantes para la alegría de un puñado de personas. ¿Qué deparará el futuro? Nadie lo sabe. Por lo pronto solo quedó disfrutar el presente.
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