RESEÑAS
Ardió Buenos Aires

La noche del viernes comenzó apenas pasadas las 21.45 con “Manuel Santillán, el león”, “Mi novia se cayó a un pozo ciego”, “Carmela” y “Estoy harto de verte con otros”. Así, todo junto y sin respiro.
Posteriormente a “Wake up and make love with me” y luego de interpretar algunas estrofas de “Like a virgin”, de Madonna, Vicentico arengaría con un simple “Hermano, vamos a bailar hasta que no quede nada” en una de las pocas palabras de la noche del cantante para con el público.
Luego seguirían con verdaderas joyas como “El genio de dub”, “Saco Azul”, “Paquito” y “Muy, muy temprano”, canción de su segunda placa “Yo te avise” (1987) y que fue reversionado en “La luz del ritmo” (2008).
Si bien la puesta en escena y las luces fueron menos ambiciosas de lo que se podría esperar para un regreso, el sonido estuvo a la altura de las circunstancias.
Tras la emotiva “Siguiendo la luna” (con luna llena incluida) sonaría “Los condenaditos”, en uno de los momentos mas enérgicos y conmovedores del recital. Dicho segmento culminó con una proyección de imágenes de Gerardo “Toto” Rotblat a modo de homenaje.
Y para levantar dicho momento, nada mejor que “una que sepamos todos”. Así sonaron “Demasiada presión” y “Calaveras y diablitos”, y todas las voces todas se hicieron eco.
Una de las gratas sorpresas de la noche fue la inclusión en el set list de “V Centenario”, canción que hace alusión a la conquista española y que bien podría formar parte del disco ”Rey azucar (1995)”, placa nacida de las entrañas de libro “Las venas abiertas de América Latina”, de Eduardo Galeano, y una de las producciones más íntegras y quizás menos reconocida de Los Cadillacs.
Los momentos más festejados llegaron de la mano de esas canciones que hacen mover la patita, armar el trencito y ponerse la corbata de vincha. Tales los casos de “Gitana”, “Carnaval toda la vida” y la adaptación cumbia de “Padre nuestro”, que contó con la participación de Pablo Lescano, líder de Damas Gratis en escena arengando y pidiendo “las manos de todos los negros arriba” mientras hacía sonar su clásico piano.
Llegando al final de la noche sonaron “Basta de llamarme así”, en la excelente versión ska que está incluida en “La luz del ritmo”, junto a “El satánico Dr. Cadillac”, “Vos sabés” y “Vasos vacíos”, con Mimi Maura como invitada de lujo.
Para los bises eligieron “Matador”, “Guns of Bryxton” de The Clash -con Flavio en la voz y guitarra, su hijo Astor en batería y Vicentico en el bajo- para, después de casi tres horas de show, darle un cierre definitivo al recital con “Yo no me sentaría en tu mesa”.
Si bien difícilmente un recital “regreso” de una banda con tan amplia trayectoria cumpla con las expectativas creadas durante el tiempo de espera, sin lugar a dudas es una muy buena noticia el regreso de Los Fabulosos Cadillacs, quienes finalmente (y ahora sí) siguen tocando para vos.
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