ARCH ENEMY debutó en Buenos Aires

El año comenzó con todo. En una fecha poco común para este tipo de eventos en Buenos Aires, una gran cantidad de metaleros se dieron cita en el barrio de Flores con una gran expectativa por este show.

Con la misma puntualidad que un inglés se prepara para tomar el té, el espectáculo comenzó a la hora indicada. Más allá que un lunes a las cinco de la tarde es un horario un tanto complicado para que la gente llegue al lugar, una gran cantidad de público ya estaba presente cuando la primera banda de la tarde/noche se hizo el presente en el escenario.

Los NEQUICIA fueron los encargados de hacer entrar en calor las tablas. Con su Sick metal -así como ellos mismos definen su sonido- fueron muy bien recibidos por el público, que cada vez era mayor. Instantes después fue el turno de COALISSION, quienes a fuerza de machaques y un cover de MEGADETH –”Angry again”-, hicieron ameno su paso por la fecha.

Promediando los invitados, y al principio luchando con algunos problemitas de sonido (solucionados rápidamente), EMBODIMENT defendió más que bien su estadía en escena cuando ya una gran cantidad de gente estaba en el lugar. La recta final de los invitados estuvo a cargo de MASTIFAL, una banda ya acostumbrada a formar parte de este tipo de eventos internacionales, quienes no tuvieron piedad de derrochar toda su artillería, dejando bien caliente el lugar para el plato principal.

Tras una larga espera, en la cual se escuchaba a los integrantes de la banda tras el telón probando sus instrumentos, el mismo se abrió luego de un buen intervalo de tiempo, dejando el escenario a la vista de todos. Tras unos cuantos minutos, y con una introducción instrumental, de a uno fueron apareciendo los músicos, recibidos con una ovación, sobre todo para el guitarrista MICHAEL AMOTT (ex integrante de CARCASS), y para su esposa ANGELA GOSSOW, la cantante de ARCH ENEMY.

Con un amplio dominio escénico, la banda salió a matar o morir desde un primer momento. Escudados por una bandera gigante con la tapa de ”Doomsay machine”, último trabajo de la banda y el cual están presentando en esta gira, los cinco músicos dieron rienda suelta a su repertorio.

ANGELA -algo así como una CAROLA DEL BIANCO con la voracidad de un rottweiler- rápidamente se adueñó de las miradas masculinas, ya que es poco común encontrar a alguien con su sensualidad bramando por un micrófono. Con un calor agobiante dentro del lugar, incluyendo transpiración que bajaba de las paredes, centenares de rondas de pogo iban copando la planta baja del teatro.

Pasearon ampliamente por su discografía, y repasaron canciones como “Nemesis”, “Dead bury their dead”, “My apocalypse”, “Burning angel”, ”Enemy Within”, “Dead Eyes see no Future”, “Out for Blood”, “Ravenous” y ”We will Rise”, de la etapa de ANGELA como cantante, como así también viajar al pasado con “The immortal”, “Diva satanica” y “Bury me an Angel” de la época de JOHAN LIIVA (primer cantante del grupo), festejadas de principio a fin (sobre todo las de la era GOSSOW) por un público que cantó hasta los punteos de MICHAEL, quien quedó solo en algunas oportunidades en el escenario, como cuando ejecutó ”The final countdown”.

El resto de la banda, conformada por FREDRIK AKESSON en guitarra, SHARLEE D´ANGELO en bajo y DANIEL ERLANDSSON en batería, cumplieron de una manera favorable con su labor, formando una base maciza y contundente, como nos tienen acostumbrados en los discos de estudio, aunque un poco en segundo plano, ya que la mayoría de la gente apuntaba las miradas al ex CARCASS.

La energía fue un factor constante durante todo el evento, ya sea tanto arriba del escenario como también entre la gente. La misma no se disipó en ningún momento, salvo en los solos de guitarra de AMOTT, aprovechados como descanso, tanto por el público como por la banda.

Poco más de una hora y media de show dejó satisfechos a todos, aunque algunos comentarios de la gente eran acerca de la falta de algunos temas de discos como ”Wages of sin”, el primero con la rubia tras el micrófono. Empapados de sudor y caminando por Rivadavia, de a poco, los concurrentes al show abandonaron el lugar, con el recuerdo en la memoria de un buen y un zumbido en el oído por un largo rato