RESEÑAS

Aprendiendo alemán (lección ocho)

Por  | 

Era obvio que además de la multitudinaria presentación en el Pepsi y en la ciudad de Córdoba, los DIE TOTEN HOSEN se iban a presentar en un marco más íntimo en un escenario porteño, para que sus fans más acérrimos pudieran volver a disfrutar de una actuación suya de una manera más familiar. Y así fue. En su octava visita al país, el quinteto oriundo de Dusselhof estuvo nuevamente en El Teatro de Colegiales el pasado martes, dando un inolvidable show.

MOTOSIERRA fue la banda encargada de abrir el show. A lo largo de media hora, ametrallaron al público con su sonido característico, basado en alaridos, distorsión y velocidad, contando con varios seguidores entre la multitud, algunos que los miraban bastante asombrados por primera vez, y otros tantos para los que también era su debut, pero los miraban un poco alarmados. Y sí, ver a un cantante que no para de sacudirse, agarrarse el trasero, bajarse los pantalones, revolcarse por el piso, y además cantar, mientras un guitarrista travestido tira besos a la audiencia, simula mantener relaciones con el frontman mientras toca, junto a una base bajo/batería que taladra los huesos, no es un espectáculo apto para quienes están acostumbrados a pedir covers de FLEMA a las bandas soportes. Esperemos que vuelvan pronto.

Instantes después del show de los uruguayos, ya estaba todo preparado para que CAMPINO y compañía salgan a escena a reencontrarse con su público preferido. Con un instrumental gitano de fondo mientras los músicos iban apareciendo en escena, toda la gente se puso de pie y comenzó a acercarse al escenario.

¿Qué decir de un show de DTH? Para quienes estamos acostumbrados a verlos, sabemos que van a brindar un recital memorable como lo vienen haciendo desde 1992, mientras que los que los ven por primera vez, es obvio que no dudarán en volver a hacerlo en las próximas visitas.

Con un carisma indiscutido arriba de las tablas, CAMPINO con su micrófono parecía un nene con juguete nuevo. El feeling que se producía entre banda/público era inigualable con cualquier espectáculo. Más allá de las diferencias lingüísticas (y un español un tanto accidentado por parte del rubio) la conexión entre ambos polos se realizaba de manera perfecta. Con la gente agitando a pleno sin parar por un segundo, mientras una treintena de canciones se desparramaba por el lugar, el recital ocurría de manera perfecta.

Desde el principio con “Liebesspieler”, hasta el último bis con ”Azzurro” -una canción tocada muy poco en vivo-, la banda dejó satisfechos a todos los presentes, recorriendo gran parte de su discografía, sin obviar hits como “Hier Kommt Alex”, “Wünsch dir was” (con el corte en el medio y el “uoohhhh” hecho por más de mil gargantas), los temas se iban sucediendo de una manera bastante interactiva. No pudieron faltar los bracitos agitandose en el aire con “Schön gruss, auf wiederseh´n”, simulando una coreografía, como así tampoco las dedicatorias al próximo político electo, con “Cokaine in my brain”.

¿Momentos inolvidables? ¡Sí! CAMPINO tirandose a la gente desde el escenario a cantar con ellos en reiteradas oportunidades, e incluso desde el palco del lugar (para los que conocen El Teatro se dan una idea de la altura). ¿Covers? También. Unos cuantos: ”Song 2”, “Blitzkrieg bop”, “First time”, “1, 2 ultra violento” y “Should i stay or should i go” (ésta última con sus compatriotas de THE BEASTEKS como acompañantes) de BLUR, RAMONES, THE BOYS, VIOLADORES y THE CLASH respectivamente.

Más allá de la falta de cerveza en las barras, a la gente no le importó demasiado tener la garganta seca de corear y corear estribillos como Ein belegtes Brot mit Schinken en ”Eisgekühlter Bommerlunder” en un alemán un tanto indescifrable para un ciudadano de Munich; como así tampoco practicar simpáticos bailecitos en “Zehn kleine Jägermeister”.

¿Momentos emotivos? Cuando anunciaron que eligieron Buenos Aires para terminar la gira, ya que es su ciudad preferida a nivel mundial, mientras entonaban “Wort zum sonntag”, o bien, cuando esas guitarras lentas y semi cabalgantes llevan a todos a lo que saben que es el último tema del show (anteúltimo en este caso), con el comienzo de “You´ll Never Walk Alone, la canción de la hinchada del Manchester, utilizada para terminar sus shows.

De esta manera, y tras más de dos adrenalínicas horas, terminó un nuevo show de DTH en nuestro país. Sabemos que no será el último, sólo queda esperar a que vuelvan. Mientras tanto, en las mentes de los presentes quedará marcado a fuego el recuerdo de aquella noche de martes. ”Hasta el amargo final” (BIS ZUM BITTEREN ENDE).

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión