RESEÑAS
Animal de rock and roll
Si buscamos la definición de Banda de Rock and Roll, Aerosmith sin dudas ilustraría el significado. Son todo lo que el género representa: idas y venidas, subidas y bajadas, excesos, peleas y años de gloria. Tras un fallido intento de visita en 2010, la banda volvía en un torrente de declaraciones cruzadas, peleas y accidentes. Tyler supuestamente había dejado la banda, los otros muchachos habían empezado a buscar su reemplazo, luego Steven los demandaba mientras volcaba su vida a participar de “American Idol”, ir a rehabilitación, operarse cuerdas vocales y resbalar en bañeras de hoteles sudamericanos.
En medio de todo eso la banda sigue girando. Porque son de esos músicos que lo harán hasta que ya no puedan; existen para estar en la ruta. Así que a pesar de los golpes de la vida, a las 22 se cae el telón, aparece la banda y los gemelos tóxicos aparecen en el medio de la pasarela. El comienzo del show es un guiño más para los fans de sangre que para complacer a las niñas: Draw the line, Same old song and dance y Mamma Kin, sobre todo. La declaración de que “más allá de todo, estamos obsesionados por el blues”. Y a pesar de eso, tienen la facultad de ser una banda diseñada para atraer masas. Hay otras que solo las imaginás en lugares pequeños; Aerosmith nunca fue pensada de esa forma. Steven Tyler es un hombre creado para grandes estadios; a sus 63 años porta un estado físico impecable. Y mientras el show y la gente van tomando temperatura, él se alimenta de eso. Y mientras muchos colegas, mucho más jóvenes que él, van perdiendo caudal vocal y físico (Axl Rose y Astbury a la cabeza, sin generar conflictos) Tyler se mantiene intacto. Y no es alguien que precisamente siga la receta de Rob Halford del tecito e irse a dormir a las diez de la noche.
Joe Perry se nota que todavía tiene esa cosa underground, al margen de su gran dominio de escena. Viendo la lista uno puede intuir cuáles son las canciones que elige Tyler y cuales las que elige Perry. Y toda la pose de divos que podrían llegar a tener, se va al momento de estar los dos en el medio de la pasarela, con la intermitente lluvia cayendo y dejando la vida en Sweet Emotion o Dream on. El rock and roll tiene esas cosas; tal vez tenga el poder de curar las heridas. Pero más allá de cualquier disputa es una linda imagen verlos a los dos abrazados, mojándose, con Perry haciendo el solo de su vida y Tyler dejando las cuerdas vocales en los gritos de Dream on. Tiene esas cosas que tal vez otro género musical no puede darte.
Por supuesto, la banda no son ellos dos; esta vez con más protagonismo hacia la parte rítmica que en otras visitas. El primero que se destaca es Joey Kramer con un solo de batería a doble bombo antes de Rag Dollque culmina tocando solo con sus puños. Y mientras Perry se encarga de la slide guitaren Rag Doll o Last Child, Brad Whitford tiene su oportunidad de despacharse con algún solo y demostrar que está a la altura del héroe de la guitarra. Tom Hamilton es el que se mantiene más en el fondo en cuanto a lo musical, pero tiene su momento como siempre antes de Sweet Emotion.
Pero en definitiva Tyler es la única estrella. Es el culpable que la banda haya trascendido y estén tocando en estadios repletos de mujeres en vez de en un Obras lleno de rockeros ortodoxos. Tiene ese magnetismo animal del frontmande la banda de rock. El tipo sabe llegar a las mujeres: What it takes, Amazing y, permítanme el exabrupto, la horrible I don’t want to miss a thing. Esas canciones tienen que estar. La temperatura que alcanza el estadio en esos momentos es indescriptible, y si a eso le sumamos la lluvia, se eleva a niveles épicos. Sé que muchos preferirían Toys in the attic, Young Lust, Let the music do the talking. Sí, todos nos hacemos los true.
CuandoTyler arranca What it takes a capella y lo sigue el estadio, o el estribillo de Cryin, canción que ha cantado infinidad de veces y todavía lo hace como la primera vez, realmente dice algo: habla del oficio del cantor y del showman. Eso debería decir en su documento en la parte de trabajo.
Esto del campo vip también es como un divisor de temperaturas. El único momento de comunión entre ambos es Love in elevator. Pero adelante nunca se llega al nivel de calor que se ve atrás. Lo siento, pero la parte de adelante debería ser para aquellos que van horas antes que abran la puerta para ver a sus ídolos lo más cerca posible. Es una picardía, teniendo la pasarela, pudiéndolos tener tan cerca, que ese sector esté poblado con chicas de taco y chicos de camisita. Todo bien, pero el rock and roll no es eso.
Como en todo matrimonio, hay idas y venidas. Y aunque decidan separarse, sabemos que no pueden estar lejos de ellos mismos mucho tiempo. Tal vez, junto con ZZ TOP, son los candidatos más firmes a continuar eso de ser la banda eterna. Los fanáticos y los que buscan un buen show de rock, esperen uno o dos años que seguramente tendrán otra oportunidad.
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