PELÍCULAS
American Sniper: el franco tirador
Basado en la autobiografía de quien constituyó en su protagonista, Clint Eastwood se erige candidato a la estatuilla por Mejor Película. Con una polémica ardorosa en el seno de la sociedad norteamericana, “El francotirador” Chris Kyle aterrizó en la cartelera con sangre en las arcas y poco para recordar.
Albert Camus sostuvo que “para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad”, pero para él era “la soledad infinita”. Quizás fue lo que pensó Clint Eastwood al leer la autobiografía de Chris Kyle (Bradley Cooper), el norteamericano que se cargó en la espalda la muerte de 160 personas en Irak, entre 2003 y 2009, convirtiéndose en el francotirador más temido de la historia de los Estados Unidos.
Oriundo de Texas, este cuestionable “héroe” víctima de bullying escolar y del rigor de su padre, se embandera con los estandartes que tocan la sensiblería norteamericana: patria son los de adentro, el enemigo es todo extranjero (sobre todo si tiene petróleo), y los hombres son aquellos que nacieron para ser leyenda y, en su caso, acabar con el terrorismo.
Con la ajustada labor de Bradley Cooper, que le ha valido la nominación a la estatuilla al mejor actor, la película se esfuerza por sostener los mundos de Kyle que, paralelos, parecieran un día cualquiera en la vida de un esquizoide.
Sus días se escinden entre la paz que obtiene en el lejano Oriente, cada vez que detrás de la mirilla liquida al “enemigo” (aquí no distingue niños, damas ni caballeros comunes de terroristas y hombres bomba) y los días en que, de regreso, debe batallar silente con la vida de la familia que se ha construido y que lo aleja de quien realmente quiere ser: un franco tirador.
La guerra de Irak, junto con las guerras en la era de la tecnología, es una de las guerras con menos fotografías al respecto; hay inclusive archivos históricos dela Primerayla Segunda GuerraMundial con millones de fotografías y documentación. Sin embargo, en tiempo de enemigos que no hablan inglés, llegan imágenes de terrorismo encapuchado y salvajismo oriental.
La guerra es siempre horrorosa. En la versión de Terrence Malick, en “La delgada Línea Roja”, es una triste poesía con la cadencia de un haiku. En la de Spielberg, de “Rescatando al soldado Ryan”, es una sonora epopeya.
En “El Francotirador” de Eastwood es un camino donde la moral se bifurca; no se entiende si quiere reivindicar al héroe, entre tanta barbarie extranjera, o si con unas pocas escenas piensa que se puede desmitificar. Tal vez, simplemente, como Camus prefirió en cambio entender la importancia de la guerra en la vida de un hombre, y en esa soledad olvidar la importancia de la existencia de otros millones.
Como sea, el filme incomoda y entre molesto y tedioso, importuna en el intento de adivinar si se trata de una película que financia la editorial que ha publicado la autobiografía de Chris Kyle (a esta altura best seller) o una propaganda refinada, fruto de los desvaríos de un pasado de maduro Eastwood.
Ficha técnica
“Francotirador” (Estados Unidos, 2014)
Dirección: Clint Eastwood
Guión: Jason Hall
Elenco: Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Jake McDorman, Cory Hardrict y Kevin Lacz
Duración: 132 minutos
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