RESEÑAS

Alucinados como la primera vez

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Puntualmente a las 21:30, mientras la gente todavía estaba entrando, apareció en escena TK. El quinteto de rock pop de Perú tocó cinco canciones en poco menos de media hora, entre las que se destacaron “Abril” e “Ilusión”, las más conocidas por estos pagos. Después de agradecer por el recibimiento y haber hecho más amena la espera, se retiraron.

Poco a poco llegaba más gente, algunos con remeras de CALLEJEROS, otros con las de PATRICIO REY Y SUS REDONDITOS DE RICOTA y por supuesto la mayoría de PIER. El público ya mostraba que estaba dispuesto a convertirse en protagonista de la noche, entonando una y otra vez el cantito “Dale Pier, te vinimos a ver, alucinado como la primera vez”.

El lugar se iba llenando cada vez más y una hora después, cerca de las 22:25, se corrió el telón y los cuatro músicos hicieron su entrada triunfal, al mejor estilo boxeador, mientras sonaba de fondo “Enter sandman” de METALLICA.

Antes que comenzaran a tocar, su gente desató la fiesta y comenzó a bailar, haciendo las veces de coro en el primer tema, “Canción de elogio”. En el medio de la canción el cantante RAMIRO CEREZO saludó con un “Buenas noches” y no volvió a dirigirse al público hasta un buen rato después.

Seguidas sonaron “El refugio”, “Porota”, “La G. de Carmelo” y “Pulposa satisfacción”.
La seguidilla de canciones se detuvo para dar paso al momento emotivo de la noche. RAMIRO anunció el tema “Los pibes” diciendo: “A seis meses de Cromañón, nos solidarizamos con los familiares de las víctimas”. Haciendo hincapié en los cuidados que se tienen últimamente, y como el lugar estaba lleno hasta en el segundo piso y muchos de los que estaban allí se asomaban por encima de las barandas, el guitarrista pidió que sean prudentes. Así siguieron con “Instinto salvaje” y “Late a tu ritmo”.

Luego fue el turno de uno de los momentos más altos de la noche, cuando apareció BOTAFOGO como invitado para tocar “Viajes memorables”. Aprovechando la visita, el guitarrista dijo: “Aprovechamos que estamos con el maestro para hacer un homenaje al maestro de los maestros”. Obvia la referencia, el tema elegido fue “Ruta 66”, muy festejado por la gente y mejor ejecutado por BOTAFOGO.

Después de “No puede dejarla” decidieron hacer un descanso. “Vamos a parar cinco minutos para tomar algo” anunció el cantante, y se retiraron del escenario.
Efectivamente cumplieron con su palabra y a los cinco minutos volvieron para encarar la última parte del recital, que arrancó con “Soplando velitas”.

RAMIRO pidió un favor, a pesar que la gente había cantado todos y cada uno de los temas. “Llegó la hora que me tienen que ayudar, sé que ustedes saben”, reclamó para cantar “Ritual”.

Mientras sonaba “Angeles del olvido”, el cantante se la dedicó a “todos los angelitos que andan por ahí”. Después siguieron “La ilusión”, “Por vos lo doy” y “Narigón”.

El frontman marcó que se acercaba el fin. Invitaron a un guitarrista amigo –JAVIER- para tocar “Lunares”. El clima era tan alegre que RAMIRO soltó un “Gracias por invitarnos a su fiesta”.

El final había llegado. Fue el momento en que sonaran los dos últimos temas: “Al filo del peligro” y “Conmovidos”.
Fueron casi dos horas de show en los que la gente no paró de bailar, cantar, saltar, la banda dio lo mejor de sí y fue una muestra de que solo se necesita gente bien predispuesta para que se viva una fiesta.

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