Al mejor estilo BOCHATON

La aguja del reloj rozaba las tres de la mañana y algunas personas, fanáticos de FRANCISCO BOCHATON, se acercaban al pequeño escenario. La espera no fue muy larga. El trío apareció en escena y se tuvo que enchufar las guitarras por su cuenta. Los plomos, infaltables personajes del rock, no eran de la partida y BOCHATON y los suyos cumplieron su imprescindible trabajo. Vestidos de jean y remera lisa, sin poner atención en el factor estético, arrancaron con el riff de ”Suerte”, tema potente y medio ochentoso. El show comenzaba rápido y furioso con ciertos aires sónicos sobrevolando el ambiente. Ya desde el comienzo se dejaba adivinar una performance ruidosa y un tanto desprolija. “El mejor Bochatón es el que suena mal”, respondió una fan para ratificar la propuesta del artista.

Los temas complacían al público, que coreaba y disfrutaba cada momento del recital. El ex PELIGROSOS GORRIONES mantenía un diálogo constante con la gente y se reía del feed back obtenido en ella. Uno de los momentos de mayor comunión entre músicos-fanáticos fue el del tema ”Pinamar”, canción más que bonita con un muy pegadizo estribillo. Pero la belleza del mencionado tema casi es opacada por la desafinación del bajo. El cantante platense se dio cuenta y trató en vano de afinarlo.

El siguiente tema, ”Reventando”, mostró a BOCHATON como guitarrista. Este desenchufó la guitarra sin darse cuenta, tomó el micrófono y la canción siguió su curso sólo con bajo y guitarra. Al terminar el tema, el chico sónico de los noventa, tiró el pie de un mic haciendo lo mismo con el platillo.

”Maratón de torturas” demostró que los instrumentos de cuerda seguían carentes de afinación. El desorden seguía y el guitarrista, GERMAN NOVARINI, seguía impasible. Parecía no escuchar los extraños sonidos que emitía su instrumento. La primera cuerda enganchada en uno de los micrófonos, sumada a la habitual voz desafinada del bajista, no dejaron apreciar el tema que tocaron de PELIGROSOS GORRIONES. Igualmente, la gente parecía hacer oídos sordos o desafinados y seguía festejando cada tramo del accidentado set.

”Después de todo” anunció un oscuro final. Un pequeño pogo saltaba con el tema “gorrión” y BOCHATON pudrió sus cuerdas vocales, emulando a su influyente BLACK FRANCIS de los desaparecidos PIXIES.

Algunas críticas del músico contra la organización de “Peteco’s”, que cortó el show antes de tiempo, dieron lugar al lindo tema ”Pastillas celestes”. El verdadero final llegó con ”Alegría”: canción de guitarra machacona que terminó por saciar las expectativas gorrionas de la gente.

Como todo artista devenido en solista, FRANCISCO BOCHATON no puede desligarse del pasado de su anterior banda. El artista es consciente de ello y toca algunos de sus recordados temas, algo que muy pocos músicos, por orgullo u omnipotencia hacen. A pesar de ello, no se puede negar que su carrera en solitario es interesante y si lograse una mejor performance en vivo podría lograrse una mayor apreciación de la obra.