Aires envenenados

¿Qué loco, no? Quién hubiera pensado que Venom visitaría Buenos Aires.  Si bien hoy día el grupo es Cronos + 2, es sabido que si él está presente, Venom sigue de pie. Acompañado en la actualidad por Rage en la guitarra y Danny Needham en la batería, el trío inglés completado con el bajista/cantante citado anteriormente, se hizo presente en nuestra ciudad el pasado jueves.

El calentamiento previo estuvo a cargo de los locales Dementaria y Matan S.A., quienes dentro del thrash y el death lograron buena aceptación por quienes iban llegando al lugar, dejaron el escenario a punto para el plato principal.

Minutos antes de las nueve de la noche, y con una introducción de fondo, las luces se apagaron y el griterío de los presentes fue colmando el local. Con las gargantas de todos los presentes entonando el nombre de los ingleses, la salida del trío fue inminente.

Con el paso de los años marcado en su rostro, Cronos tomó por asalto el escenario junto a sus compañeros de grupo y dio comienzo al recital con el hit “Black metal”. Creadores de un estilo diferente dentro del metal inglés, y con dos discos fundamentales como “Black Metal” y “Welcome to hell”, durante la noche del jueves varios clásicos de esos trabajos fueron ejecutados en vivo.

Influenciados por el estilo de Motorhead, la oscuridad de Black Sabbath, y el espectáculo de artistas como Kiss y Alice Cooper, Venom lleva varios años de carrera, con algunos parates en el medio, pero siempre recordados por los amantes del estilo

Por momentos, Cronos tuvo problemas con su monitoreo, aunque el resto del concierto sucedió de manera precisa. A lo largo de casi dos horas, y sin respiro, se pudo disfrutar de viejos himnos como“Countess Bathory”, “Warhead” y “Witching hour”, entrelazados con temas más actuales como “Metal Black” y “Hell”, entre otros.

Aunque se divisaron algunas peleas en el público, el recital se desarrolló de manera tranquila. Con presencia de gente que pasaba los treinta años en su mayoría, quedó en claro que Venom sigue siendo un grupo de los amantes de la vieja escuela del metal. Sin deudas por saldar, la banda se despidió de las 900 personas que presenciaron su primera vez en Buenos Aires.