RESEÑAS

Un consuelo para la locura

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Con el show anunciado a las 19, desde pasado el mediodía Núñez se fue llenando de banderas y remeras rengas que se hicieron parte del paisaje con el correr de las horas.

A las 20:30 se apagaron las luces del estadio, para dar paso a unas imágenes en las pantallas que se ubicaban a ambos lados del escenario. Entre gritos, corridas y bengalas, la gente comenzó a saltar hasta que salió la banda, para comenzar su show con “Detonador de sueños”.


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Tiempo final

Al finalizar “Tripa y corazón” llegó el saludo de la banda, que continuó con “Al que he sangrado”, mientras una tenue lluvia comenzaba a caer sobre Núñez y el “TETE” IGLESIAS decía “desde acá arriba no se puede creer loco”.

Para “Cuando Vendrán”, las pantallas comenzaron a mostrar imágenes de cortes de rutas, y con el correr del show se verían imágenes de saqueos, del 20 de diciembre y de la muerte de los pibes de Avellaneda, así como la previa del show, imágenes de “Insoportablemente Vivo, la película” y de los cd´s de la banda.

Sonó “En el baldío” antes de “Moscas verdes para el charlatán”, que incluyó un video de excrementos rodeados de moscas que se fundía con gente de la talla de Cavallo, Menem, De La Rúa, Rodríguez Saá y Grosso, y terminó con un “ustedes saben a quién está dedicado” de GUSTAVO “CHIZZO” NAPOLI.

BAJATE LOS WALLPAPERS

A pesar de la lluvia

“El twist del pibe”, “Vende patria clon”, presentado como “un tema viejo, pero que parece nuevo”, “El hombre de la estrella” y “Reite” fueron lo que siguió. Para “Lo frágil de la locura”, la lluvia ya comenzaba a hacerse sentir con fuerza.

Antes de “Hielasangre”, con el hijo de “TETE” en coros, la banda agradeció a la gente del interior, de Uruguay y de Chile que había ido al show.

La potente “Despedazado por mil partes” precedió a la “Balada del diablo y la muerte”, con arreglos nuevos en la mitad del tema. Después de “Ser yo”, la gente canta “el que no salta es un inglés” y desde el escenario se retrucó con un “San Pedro es inglés”, debido a la fuerte lluvia que no cesaba.

Después de mucho tiempo, la banda volvió a hacer en vivo “Embrollos, fatos y paquetes”. Le siguieron “Veneno” y “El juicio del ganso”, en el que “TETE” fue a las vallas a saludar al público.

“La nave del olvido” y “El rito de los corazones sangrando” fueron cantados por un público que saltaba y disfrutaba del show. Para “El final es en donde partí”, la banda presentó un invitado “que se vino desde Chivilcoy”, y ALEJANDRO SOKOL de LAS PELOTAS subió a cantar con la banda.

“Estalla”, con imágenes de las Torres Gemelas, “El rey de la triste felicidad”, con un rey en zancos sobre el escenario y “El viento que todo empuja” sonaron antes del último tema nuevo: “Dementes en el espacio”.

En la mitad de este tema subieron al escenario dos enfermeras con portaligas que le sacaron la guitarra a “CHIZZO”, y lo ataron a una silla, para que un “doctor” (el actor que suele acompañar a la banda) pelara al cantante ante la mirada desconcertada del público.

River bailando en una pata

Después de dos horas veinte de show, la banda se retiró para volver minutos después con una seguidilla de temas.
“Panic show”, “Pis y caca” (otro tema que no tocan hace tiempo), “Arte infernal”, “Negra es mi alma”, “Bailando en una pata” (tema que tocaron muy pocas veces en vivo) y “El revelde”, que no le dieron descanso a la gente.

Llegó el segundo intervalo y en la pantalla se pudo ver a una chica haciendo topless, debatiéndose contra un mar de manos se le abalanzaban. Desde el escenario se escuchó “Tachi (escenográfo de la banda) dejá de mirar esos pechos”.

La banda volvió para terminar el show con “El blues de Bolivia”, con chicas y murga sobre el escenario, “Somos los mismos de siempre” donde “CHIZZO” dice “LA RENGA va a estar siempre, siempre dando una fiesta en cualquier lado” y el clásico cierre con “Hablando de la libertad”.

Después de más de tres horas de show, la banda dijo adiós con un “gracias por todo” y mostrando una bandera que decía “A los mismos de siempre, muchas gracias”.

Mucho más que “una simple banda de barrio”

En tres horas todo quedó bien claro. Sin lugar a duda, este recital ya es parte de la historia del rock nacional, y LA RENGA demostró en todo aspecto que supera las calificaciones que le otorgan los ortodoxos críticos que los califican como íconos de “rock barrial” o “rock chabón”. Esas son simples etiquetas que sólo representan a los conformistas que necesitan poner títulos todo el tiempo sin detenerse en adentrarse para entender las cosas.

Es muy dificil explicar un fenómeno como LA RENGA, porque poco tiene de análisis y mucho de sentimiento. Por eso, sólo basta con sentir. Y las 50 mil personas que estuvieron en River son el claro ejemplo de esa historia.

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