RESEÑAS
Karamelo Santo en Cemento

Todo comenzó a puro reggae con SHAMBALA, la banda del oeste que introdujo al público dentro del clima festivo que iba a perdurar druante toda la noche.
Luego, fue el turno de ANDANDO DESCALZO, que después de 7 años de carrera, se afirmó a nivel musical, y continúa en ascenso. Tocaron canciones de su primer disco, producido por los cumpleañeros, como “Conformidad” y “Sentí corazón”. Pero tampoco faltó “El Marinero”, clásico tema que no entró en el disco pero que todos cantan igual.
Pasadas las dos de la mañana, KARAMELO SANTO subió al escenario con un reggae a modo de presentación, dando inicio a su show. Y en ese momento estalló la fiesta.
La banda mendocina desplegó durante dos horas su máximo potencial y madurez musical, que adquirió con tantos años de experiencia y giras. Invitaron a tocar a integrantes de bandas amigas como LA ZURDA, CARMINA BURANA, RESISTENCIA SUBURBANA y nuevamente SHAMBALA y ANDANDO DESCALZO. Agradecieron especialmente a todos ellos y a todos los que los ayudaron durante el largo camino, como TODOS TUS MUERTOS y MANU CHAO. También pasó por el escenario el baterista original del grupo LEANDRO MATURANO, que luego de tocar se tiró al público.
En el repertorio incluyeron canciones de sus tres discos. Y por ser KARAMELO SANTO, nadie puede hablar de monotonía. Hubo reggae, cumbia, ska, hardcore y mucha variedad de ritmos. El clima cálido que generaron desde arriba del escenario se transmitió hacia todos los rincones de Cemento, y todos bailaron y disfrutaron por igual. La fiesta era en ambos lados. Y mucho tienen que ver las letras, ya que permiten cierto vuelo pero mantienen la ideología latina de resistencia cultural.
Llegando al final, muchas parejas subieron al escenario para bailar “La Kulebra”, y con esa imagen se puede resumir el show. Ya que todos fueron iguales en todo momento, no hubo diferencia entre estar arriba o abajo del escenario.
Cuando la fiesta terminó, ya estaba aclarando en Buenos Aires, y todos se fueron contentos y en paz. Nadie que pasó esa noche por la puerta de Cemento, podría haber imaginado que allí adentro hubo tanta fiesta a puro baile y alegría. Luego, todo el color de esa gente se volvió a mezclar en el gris de las calles de Buenos Aires, pero queda el consuelo de que la fiesta estallará nuevamente cuando la música vuelva a sonar.
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