RESEÑAS

Fiesta a lo Mimi

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Si alguien estaba buscando un poco de calor en la noche fría del domingo, meterse en la Trastienda era un buen plan. Una vez más MIMI MAURA hizo gala de su sensualidad caribeña. El calor se hizo presente por las mal de mil cien personas amontonadas en el lugar fervorosas ante su presencia.

Se hizo esperar, pero cuando el telón bordó del escenario se abrió a las luces púrpuras que la iluminaban, exclamaciones desenfrenadas de alegría le dieron la bienvenida.

Enfundada en un largo vestido verde de mangas anchas con flores grandes y llamativas, MIMI apareció como una mariposa brillante que dejó boquiabierto a más de uno.

La banda acompañante – en la que su marido SERGIO ROTMAN, además de tocar el saxo y hacer gran parte de los coros, baila y salta sin parar en estado de arenga permanente – representa a la perfección la fuerza salvaje y de ambiciones exquisitas, que en contraste con la dulzura y sensualidad que por momentos vira hacia la desfachatez y se vuelve elegante en un descuido, hacen del show de la artista puertorriqueña un espectáculo que sobresale dentro de la escena del rock nacional.

Sobre esa base explosiva de batería, percusión, un trío de vientos, teclado, guitarra y contrabajo, la voz que va y viene entre agudos y graves de una forma sorprendente y siempre afinada apela a la búsqueda de un nuevo sonido, paradójicamente, dentro de un estilo donde el revival de ritmos y melodías es la columna de su obra.

Si bien el show estuvo centrado en los temas del disco que eran cantados con fervorosa devoción por la mayoría de los presentes, como “ la huella”, “el apartamento”, o el desgarrador “vagando”, la presentación de nuevos temas no ahorró en llevarse la misma euforia de exclamaciones y aplausos.

Solos con Mollo

La aparición de RICARDO MOLLO como invitado especial aumentó el termómetro de excitación reinante en La Trastienda. Sus solos de guitarra, además de provocar gritos histéricos de admiración, dieron pié al cambio de vestuario de la cantante que sorpresivamente apareció con un largo vestido blanco con volados de novia joven o quinceañera, que desde cierta distancia, le daban un aire de paloma blanca que busca dar un mensaje.

Y como un golpe bajo a la excitación reinante los músicos fueron abandonando el escenario y bajo una luz tenue, blanca, brillante y solita disparó una lacerante versión de “Te la llevas” , autoría de su padre MIKE ACEVEDO, con lo cual dejó bien claro que su voz, sin duda, figurará en la historia como una de las más grandes voces latinas.

En esta fusión de rock, reggae, bolero, ska y jazz, los músicos invitados son acomodados sin mayor dificultad. Por eso, además de la presencia aplanadora de MOLLO, hacia el final fue FIDEL NADAL el que se acomodó al escenario de la familia ROTMAN acaparando buena parte de la atención del público, pero sólo como una estrella fugaz que ayuda que se estimule la rendición de pleitesía a una verdadera estrella en ascenso: MIMI MAURA.

Silvina Batallanez.

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