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A la carga mi rock and roll

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A veces, entre egos, fama, dinero y mujeres uno olvida la verdadera razón por la cual los músicos están ahí arriba; la música. Con semilla en Neurotic Outsiders y Camp Freddie, Matt Sorum (que desde el supuesto fin de Velvet Revolver no se escucha nada relevante sobre algún proyecto suyo) llamó a sus amigos de ruta para salir y tocar la música que le gusta. Tan simple como eso. Y qué mejor lugar para empezar que su lugar favorito en el mundo para tocar.

A las diez en punto y tras una eterna introducción con música de Star Wars, sale la formación más estable de la noche. Duff Mckagan, Matt Sorum, Steve Stevens y Gilby Clarke. Para el arranque el cantante no es otro que Sebastian Bach, qu ya de por sí genera simpatía, y con las iniciales “Welcome to the jungle” e “It’s so easy” ya tiene a la gente en el bolsillo. ¿Qué tal la interpretación y su voz? Impecables ambas. Tan cómodo en su papel se lo ve que se le viene a la cabeza el pensamiento de qué pasaría si los ex Guns salieran de gira con él como vocalista. Si Axl lo hace con un par de sesionistas… Mejor no hablar de ciertas cosas.

Hay tiempo para algo de su cosecha con “Youth gone wild”, y sorprende la respuesta generada en el público sabiendo que hace una semana tocó en El teatro Flores; debería tener más apoyo popular. Vamos, que hasta en Chile llevó 6.000 personas. “Whole Lotta Love” cierra su participación como cantante principal.

Cambio de equipo. Salen Duff y Gilby y entran Mike Inez y Billy Duffy; Stevens y Sorum serán los únicos estables durante todo el show. Al micrófono está el gran Glenn Hughes; a sus 60 es el que en mejor estado está. Sin su bajo, es una rareza verlo solo en el papel de cantante, moviéndose casi como una mezcla de Scott Weiland con Mick Jagger. De su trayectoria, o casi, suenan “Highway star” y “Burn”, con ayuda de Sebastian en los coros. Stevens se encarga de los solos a la perfección, sobre todo de “Highway Star”. Sin dudas es uno de los grandes guitarristas menospreciados de la historia. Billy Duffy también lo es, pero tiene otra escuela, una propia: esa guitarra entre gótica y rockera. De su obra suenan “Fire Woman” y “Wild Flower”. Gran respuesta del público, pero no sorprende: The Cult siempre pegó fuerte acá.

El invitado que más incógnita llevaba era Ed Rowland. Poco tenía que ver con el resto y Collective Soul, más allá de un par de hits, nunca tuvo una respuesta masiva. Además de pertenecer, mal, al palo alternativo. Lo cierto es que Rowland no se achicó y se cargó la banda al hombro. “Man in the Box” tal vez le quedó un poco grande, pero remontó con la ayuda de Hughes. En cambio, en su “Shine” y en “Rebel Yell” su trabajo fue excepcional. Lo de Joe Elliot fue dispar: sin duda era el que vocalmente más limitado estaba. Pero los años de escenario se ven cuando uno de los equipos de guitarra de Clarke no logra funcionar. Si bien Def Leppard empezó como parte de la New Wave of British Heavy Metal (escuchar los primeros discos sino) con el tiempo se acercaron más al pop. Y a pesar que el resto de la súper banda tiene que vas más con el hard rock fuerte, nadie se resiste a “Pour some sugar on me”. Fuerte imagen la de alguien como Mike Inez tocando canciones como esas. El resto de las seleccionadas, como “Animal” (de su banda) o “All the young dudes” de Bowie (o Mott the Hople, como prefieran), no logran tener feedback con la gente.

La que sí logra buena respuesta es “Knocking on heaven’s door” con los tres gunners adelante y Gilby en las voces. Luego Duff, compartiendo guitarra y micrófono con Elliot para “You can’t put your arms around a memory” de Johnny Thunders mechada con “Patience”, con Sebastian de nuevo en voces. Solo para Argentina, según palabras de Duff.

El plato fuerte era la presencia del culpable (junto con Hughes) de que toda esta gente esté ahí subida. Hablamos de Gene Simmons. Con un look parecido al de la era “Revenge”, Simmons vino con las cámaras de su reality show para demostrar la locura que Kiss despierta en las huestes locales. Sin armadura ni maquillaje, pero con los tics clásicos de su show en vivo, “Deuce”, “Calling Dr Love” y “I love it loud” sirven para que la monada arda en llamas. Y, por supuesto, “Rock and roll al night”; la canción que define el rock and roll no podía estar ausente.

En definitiva la esencia de esta gira es este par de músicos tocando rock and roll toda la noche y festejando todo el día. Aunque con los años ya entrados, esta vez con moderación.

azafatodegira.com

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