SHOWS

Fiesta de locos

Por  | 

Si te digo que Kusturica y la No Smoking Orchestra tienen la misma relación que los Ramones tenían con el país, tal vez te rías. Tal vez porque no pertenecen al mundo del rock como lo conocemos, o porque no se habla de ellos en los medios de siempre. Después de años de agotar varios Luna Park y filmar dvd acá, esta nuevo tour lo trajo a realizar algunas fechas por el nuevo teatro Vorterix, y una pequeña gira por el interior.

La novedad también es que ya no cuentan con la voz de Dr Nele, histórico cantante y arengador, así que la tarea recae sobre el resto de la banda. No es cosa menor. Si los viste antes sabés que reemplazarlo es una tarea difícil de cumplir.

Se abre el telón y la No Smoking Orchestra está al frente. Arrancan con “Drang Nach Osten”, sin su líder. Ábranse, que lo de esta noche es una verdadera demostración de baile: ese viejo ritual de seducir a la compañera, del disfrute, de dejar la vida en la pista hasta que caiga la última gota de transpiración. Discúlpeme, rockero ortodoxo, pero como dice Ricky Martin; esos tiempos donde se bailaba hasta morir. No me importa que no sepas; vos lo hacés. A partir de ahora sos un punk gitano borracho. ¿Qué tendrán que ver los chicos de la UBA que pasan el vino en caja de contrabando con los verdaderos gitanos de los Balcanes? Tal vez poco, y mucho. Tal vez la conexión entre público y banda es esa necesidad de festejar a pesar de pasados difíciles y conflictivos. Esa cosa de tirar para adelante no importa lo que pase. Lo bueno de los shows de la banda es que nadie está realmente viendo qué hace el otro, si es realmente fanático o no. Uno disfruta nomás. La juventud en el campo, la gente mayor en la parte alta del recinto. Porque Kusturica junta esos extremos; a través de sus películas y bandas sonoras se las ingenió para tener un espectro muy amplio de público.

El show es íntimo e interactivo. Tiene ese espíritu de banda tocando en la fiesta de alguien. Las chicas toman el control del escenario; eligen a la Miss Buenos Aires para que haga de Julieta y la banda toque a sus pies. ¿Una serenata? Nada de eso. “Romeo was really a jerk”, un frenético punk gitano mientras Julieta baila y los muchachos abajo saltan rindiéndole tributo. Hoy no hay lamentos. Es el espíritu punk. Uno ya sabe con qué se va a encontrar en el show. Baila frenético con “Unza Unza Time”, “Pitbul Terrier” y “Wanted Man”. Están los instrumentos, la guitarra de luces que gira, el duelo entre violín y guitarra. No hay sorpresa, pero querés que esté. Si no está no es un show de la No Smoking Orchestra. El chiste con la canción de la Pantera Rosa y “Shine on you Crazy Diamond”. Sí, queremos todo eso una vez más.

Y las dos horas de show se pasan volando y ni te acordaste de la falta de Dr Nele. Mientras Dejan Sparavalo -el Hendrix del violín- sea parte de la banda, la casa está en orden. Y aunque uno sepa cómo es el show, el mismo tiene mucha espontaneidad. Es siempre lo mismo y siempre diferente.

Los conciertos de Kusturica son una experiencia que no se debe pasar por alto. Dicen presente la alegría, la desinhibición, la espontaneidad, la libido; todo eso que a veces parece que el rock perdió. Tiempo de celebrar.

azafatodegira.com

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión