Niño azul

Durante el año de la crisis económica, en Don Torcuato se iniciaba el camino del rock para Mario Tacchetti en guitarra y voz, Dani Erre en guitarra, Igor Steingart en bajo y Mauro Calvetti en batería. El  proyecto musical nació influenciado por las bandas que entonces lideraban la escena mundial, así como también por los clásicos del rock y el pop tradicionales.

En principio daban shows en espacios públicos y en escuelas o universidades, compartiendo escenario con grupos de la zona como Nine Lives y Paella Virgen. Con el tiempo comenzaron a tocar en lugares más comerciales y en festivales de Capital Federal y Gran Buenos Aires, con bandas ya consagradas como Juana La Loca, El mató a un policía motorizado, Cuentos Borgeanos, Javier Calamaro y D-mente, entre otros.

El cuarteto se define como una banda de rock con influencias de variados estilos como el folk, el funk, el punk rock, la bossa nova, la psicodélica y el pop. Si bien en 2007 grabaron un primer EP, recién a principios de 2011 lograron consolidarse como banda a través del trabajo de cada uno de los integrantes y sacaron finalmente “El viaje del alma”, álbum de 12 canciones que puede conseguirse en las grandes disquerías. “Nos encontramos en pleno trabajo de presentación y difusión, y en la pre producción del video de `La aldea global´, primer corte de difusión”, cuentan.

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¿Por qué deberíamos escucharlos?

Porque Niño azul es un todo, la  esencia musical no solo está centrada en la música; también en el mensaje que transmite la letra y en el alma de la canción.
Niño azul va a llevarnos a ese lugar donde nos vamos a encontrar con nosotros mismos pero sin la corteza; es reencontrarse con la vida misma, pero sin el prejuicio ni el pudor, ni el miedo ni todas las cosas que el cinismo que heredamos de un imperio en decadencia, nos insta a aceptar como la verdad. Básicamente en ese aire de arrebato está muy presente la idea de jugarse de una vez, de recuperar la rebeldía.