PELÍCULAS
Trumbo: un largo camino al Oscar
En la búsqueda de distanciarse del entrañable Walter White, Bryan Cranston interpreta a Dalton Trumbo, uno de los diez de Hollywood. Camino a la alfombra roja (está nominado a mejor actor protagónico), le da vida a este brillante componente de la lista negra, y si no fuera porque Di Caprio visitó al Papa Francisco, podría llevarse la estatuilla a su casa.
Imagine un país. Imagine un tiempo en ese país donde pensar distinto sea una completa invitación a la paradoja. Imagine un lugar en el tiempo y el espacio en el que no pueda emitirse una opinión sin tener la necesidad casi exasperante de someterla posteriormente a debate. Imagine no poder viajar en un colectivo y comentarle al vecino de asiento sobre las noticias del periódico sin generar un bullicio insoportable en defensa de otros valores que no parecen ser también los suyos. ¿No resulta tan difícil, verdad?
Dalton Trumbo fue uno de los más destacados guionistas de Hollywood. Entre sus guiones laureados se cuentan: «Papillon«, protagonizada por Steve Mc Queen, y «Vacaciones en Roma«, la película que hizo famosa a la encantadora Audrey Hepburn. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos dejó de ver en Rusia a una aliada, y comenzó a trazar líneas enemigas camino a la Guerra Fría. El plan macartista, entonces, comprendió que era necesario eliminar cualquier amenaza de propagación de la peste roja.
Simpatizante del comunismo, y aunque en constante contradicción con su bonvivantismo, el guionista mejor pago de la década del 30´ fue perseguido por la llamada «Caza de Brujas» y colocado junto a los otros integrantes de los Diez de Hollywood (guionistas de excelente prosa pero sindicalizados y con ideas peligrosamente progresistas) en la Lista Negra.
Posteriormente, las ofertas laborales decrecían. Nadie quería colocar su nombre en los títulos de la pantalla grande. Sin ingresos, y sin poder escribir, enfrentó a la Suprema Corte de Justicia, y fue condenado a prisión por desacato, en una audiencia digna de ser retratada en alguno de sus guiones. Debió exiliarse en México, y desde allí escribió, ya sin identidad y adoptando distintos seudónimos, las páginas de un hombre miserable que desde sus comedias -irónicamente- hacía reir al mundo que lo condenaba tan solo por pensar distinto.
Con la infaltable connivencia de los medios masivos de comunicación, y la televisión a todas horas montando el show de los enemigos de la nación; con aliados famosos como John Wayne y Ronald Reagan, la sociedad se escindía entre quienes estaban a favor o en contra, no de las creencias, sino de la simple pertenencia a uno u otro bando.
Para «Trumbo», McNamara (que no cuenta con una filmografía que haya alcanzado notoriedad), instrumentó con precisión los recortes necesarios para contextualizar y a la vez poder abarcar los vaivenes de la vida de este hombre en todos sus aspectos: desde la moral, desde lo individual, desde la visión de la sociedad y desde las contradicciones intrínsecas de ser multimillonario y decirse comunista. La película utiliza recursos audiovisuales originales, hay testimonios de estrellas de los años dorados, una muy buena recreación del mundillo hollywoodense, y el guión, en acompasado seguimiento de la historia de un excelente guionista, hace honor al argumento.
La actuación de Bryan Cranston es inexpugnable, no hay nada que se le pueda objetar. La caracterización de Trumbo es sencillamente perfecta, y uno puede olvidarse en las dos horas que dura el filme de aquel profesor de química enfermo de cáncer que se convierte en el dealer bandolero que todos terminamos amando. La impostación de la voz, el andar enérgico y cansino a la vez, la dicción: todo confluye en Dalton Trumbo. El reparto se completa con las actuaciones de Helen Mirren (con dos nominaciones al Oscar en su haber, una por este film,), Diane Lane y John Goodman, que no consiguen de todas formas desviar la atención del hipnótico Cranston.
Dalton Trumbo ganó en su paseo por el anonimato, dos premios Oscar por sus guiones. Los pudo recibir su esposa en su nombre, cuando él ya no vivía, para agradecérselos al mundo que se los había negado en nombre de la democracia. Al respecto, Trumbo decía: «Todo el mundo parece estar hablando de la democracia. No lo entiendo. Cuando pienso en ella, la democracia no es como un traje de domingo para ser llevado a cabo y usado sólo para los desfiles. Es la clase de vida que un hombre decente conduce, es un motivo para vivir y para morir».
FICHA TÉCNICA:
«Trumbo» (Estados Unidos, 2015).
Dirección: Jay Roach.
Guión: John McNamara.
Reparto: Bryan Cranston, Diane Lane, Helen Mirren, John Goodman, Elle Fanning, Louis C.K., Michael Stuhlbarg, David James Elliott, Roger Bart, J.D. Evermore, Mark Harelik, Peter Mackenzie, Toby Nichols, Becca Nicole Preston, Elijah Miskowski.
Duración: 124 minutos.
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