ENTREVISTAS
La realidad de Pampa Yakuza

Cuatro años después de su último álbum de estudio, Pampa Yakuza larga “Singularmente”: once temas que suenan a carnavalito, chacarera, reggae, pop, rock… vientos, teclas, mucha guitarra, algunos estribillos irresistibles y mucho más hay en la licuadora del grupo. “Mezclar estilos es nuestro sello. Somos muchos y cada uno tiene su propia influencia, lo que potencia al grupo”, reconoce Hernán Saravia, voz líder de los Yakuza. El disco contó con la producción de Osky Righi y Pepe Céspedes, de Bersuit Vergarabat, a quienes conocieron de gira por el Sur argentino: “Pegamos la onda para que nos produjeran, así que cuando tuvimos una buena cantidad de maquetas, se las mandamos para que las filtren”.
¿Cómo encararon el proceso creativo del disco?
Pasaron cuatro años, así que fue con mucha ansiedad y con muchas ganas de mostrar nuevas canciones a nuestra gente y a quienes todavía no nos conocieran. Después de demear nos juntamos con Pepe y Osky para poder decidir entre todos qué podía ir y qué no. Definimos grabarlo entero en Del Cielito, así que nos internamos ahí durante todo diciembre. Cuando estuvo listo, hicimos la mezcla y Osky nos dijo: “¿Por qué no terminan de completar este delirio de guita y lo mandan afuera?” (risas). Así que se lo mandamos a Tom Baker, que laburó en el disco de De Bueyes, para que lo complete con la masterización. En realidad no había tanta diferencia entre hacerlo acá o allá, pero nos queríamos dar el gusto, queríamos ver cómo volvía un disco de allá.
¿De qué va “Singularmente” y qué quiere decir la tapa?
Es un disco muy guitarrero, se nota más que en los anteriores porque no hay tanta presencia de vientos. Volvimos a meternos con el folklore pero desde un lugar jocoso, con “Paisano del adoquín”, una chacarera-rock que habla de un tipo que vive en un edificio. También hablamos sobre cómo uno se para frente a una determinada situación, lo que está pasando con la sociedad, lo que pasa con los medios de comunicación (“Mediotización”). Como transitamos por un montón de estilos, cada canción es un mundito, es singular dentro de todas. La tapa representa eso mismo: las bolsas de papel son una masividad sin identidad, y el sujeto que emerge está buscando su singularidad. Esa persona representa a la banda, porque tratamos de despegar del resto a partir de nuestra identidad.
¿Cómo ves hoy los primeros pasos que dieron como banda?
Inicialmente, la búsqueda artística fue sin tanto razonamiento, así que estábamos algo perdidos en nuestro propio collage, hasta que le encontramos la vuelta a lo que queríamos mostrar. En paralelo, cada uno fue creciendo en lo suyo y, diez años después, se nota: disco tras disco fuimos evolucionando en aspectos como la interpretación musical, el toque.
Ahora que está editado, ¿qué esperan del disco? ¿Con qué fantasean?
Todo disco nuevo te renueva las expectativas, te da un empuje para salir a mostrarte. Pero no estamos pensando en que tiene que explotar, que tiene que pasar algo. Eso dependerá de cómo pegue en la gente y en los medios. Seguimos siendo independientes, por lo que no tenemos un aparato que nos haga sonar las 24 horas en las radios. Teniendo en cuenta la realidad de la banda, las expectativas no son alocadas. Nosotros estamos con ganas de hacer cosas cada vez más grandes, pero no nos come la cabeza. Al deseo de pegarla, lo tenés que acompañar con coherencia artística. Si sos un flancito va a ser difícil que llegues, le pongas el inflador que pongas. Queremos llegar, pero con la realidad de la banda, que no pasa por las entradas cortadas sino por la gente que nos escucha. Nosotros sentimos que la banda es bastante conocida, más de lo que creemos, porque a veces nos llegan comentarios de lugares en los que nunca tocamos. Internet mediante, cualquiera te puede escuchar, y para nosotros todavía sigue siendo más fructífero que perjudicial. Hace diez años que tocamos y a algunos ese proceso les parece largo, pero nosotros creemos que es relativamente lógico. No hubo nada que nos haya hecho explotar por demás, no crecimos exponencialmente, pero la banda nunca decayó. Las cosas se van a dar en algún momento y este disco es un buen punto de partida.
* Pampa Yakuza en El Teatro Colegiales. Viernes 12 de agosto. A las 21 hs. Entradas $50.
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión