RESEÑAS
Quedó en deuda
Korn fue la última gran banda que revolucionó
el metal, y el guitarrista estadounidense es el creador de muchos de esos riffs
inmortales, por eso una buena cantidad de fans querían estar allí.
Sube y baja
Para aclimatar la espera, Amplexo, Zadiko, Antimateria y Rencore dejaron el escenario
acondicionado para lo que vendría. Si bien el metal alternativo era el punto en
común, cada una de ellas mostró una característica distintiva. Rencore, gracias al potpurrí
de Korn, generó la mayor revolución.
Era el momento de Brian “Head” Walsh, el
ex guitarrista y fundador de Korn,
que había dejado la banda en 2005 para convertirse al cristianismo. El show era
toda una incógnita porque su único disco solista, “Save me from myself”, había tenido escasa difusión en nuestro
país, y además pocos sabían cómo eran sus actuales conciertos.
Cuando se corrió el telón a las 21.30, los
músicos estaban de espaldas al público mientras sonaba una intro de música
country. Inmediatamente dieron el giro pertinente y comenzaron con “Helmet in the bush”, del autotitulado debut
de Korn, de 1994. El buen inicio
engañó un poco a todos los presentes, ya que el show tendría muchos altibajos,
y solo por momentos se reviviría ese instante.
El principal problema fue con el sonido, que
a partir de “Re-bel” empezó a tener
algunos desperfectos, especialmente con el micrófono de Welch, que se desconectaba una y otra vez. Si a ello le sumamos el
intenso frío y un recinto bastante despoblado, el panorama no era el más
alentador. Como figura central, Head trató de poner su mejor cara e intentar sobrellevar esta situación, a tal punto
que salió unos minutos de escena para solucionarlo en persona.
La base musical, que es tan
importante en este género, la forman Dan Johnson (batería), Michael Valentine (bajo) y J.R. Bareis (guitarra), y al cabo de la hora de show
tuvieron un nivel parejo, a pesar de ciertos acoples. Básicamente el sonido del
grupo está influenciado por la primera etapa del ex grupo de Head, por eso sus tres compañeros
resultan determinante en la estructura.
A Welch se lo vio cómodo en su nueva función de cantante, con
personalidad y soltura, muy al estilo de su amigo Jonathan Davis. Los movimientos, el tono voz y la figura tenían
mucho que ver con la figura de Davis de las primeras épocas. Es tal el cambio en Welch, que tocó poco y nada la guitarra, y cuando lo hacía se
dedicaba a acompañar con algunos riffs.
Gracias a internet, el público tenía
conocimiento de las canciones del debut de Head,
aunque cuando sonaban gemas como “Adonai”, “Die religion die” y “Flush”, la respuesta era bastante tibia. Se sabe que no
es sencillo imponer nuevos temas con un nuevo grupo después de un paso que lo
marcó tanto.
Todos esperaban por los clásicos de Korn, así que cuando Head anunció “Twist”, el teatro se vino abajo. El potpurrí contó con la
colaboración del cantante de Rencore, a quien se lo vio con mucha energía y
orgulloso de estar ahí.
Las pequeñas partes de “Got the life”,
“Here to stay”, “Freak on a leash”, “Falling away from me” y “Blind” pasaron rápido y dejaron con ganas de más. Fue tan así, que los espectadores
permanecieron durante más de 10 minutos esperando por la vuelta.
Si el concierto se hubiera extendido 15 o 20 minutos
incluyendo clásicos de Korn, el resultado hubiera sido otro. Pura demagogia, puede
ser, pero su pasado le pide esa conexión, y él la ofreció en cuentagotas.
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