RESEÑAS
Nueva etapa

La partida de su cantante emblema Anneke van Giersbergen en agosto de 2007 no fue un hecho menor para sus seguidores, ya que su presencia era muy significativa. Esta ida generó mucha incertidumbre y comentarios, pero de a poco se fueron acallando con la incorporación de Silje Wergeland y la posterior edición de “The west pole”, en mayo de 2009.
Un inicio errático
Previo al acto principal subió la gente de Lingerbliss con su metal gótico alternativo. En un género saturado les cuesta separarse de las influencias clásicas, pero gracias a un sonido y a una puesta interesante son un grupo con proyección. A largo del vivo ofrecieron un digno espectáculo, que agradó a los presentes.
En medio de un frío polar, The Gathering salió a escena a las 20.55 ante un público que parecía afectado por las bajas temperaturas. A su vez, la banda tampoco eligió la canción ideal para arrancar el show, ya que “Herbal movement” tiene una oscuridad y una paz no acorde a una primera melodía.
Afín a este comienzo desabrido, la guitarra de René Rutten estaba baja y sin la fuerza necesaria. Ya cuando muchos imaginaban una pobre actuación, con las siguientes, “Saturnine” y “Shot to pieces”, la situación tomó otro color. De este modo, el ánimo de los espectadores levantó considerablemente.
El show no solo mejoró en el sonido, también cambió la actitud de sus músicos, que empezaron a comprometerse más con la cuestión. Ahí se podía sentir a Rutten, que disfruta y ejecuta cada acorde con sentimiento, o a Frank Boeijen (teclado), que genera los climas exactos en cada una de las composiciones.
Si hay un álbum que sobresale en su discografía, ese es “Mandylion”, de 1995, que significó el debut de Anneke y el despegue mundial del grupo. Y como era de esperar, en la noche del jueves fueron los temas más festejados; cuando sonaron los acordes de clásicos como “Leaves”, “In motion#1” y “Eléanor”, la reacción de sus fans fue instantánea.
Superó las expectativas
Durante estos temas, el público puso especial énfasis en la actuación de Silje. Ella sabe que siempre es observada con atención, pero no se atemorizó y logró cumplir en su rol. Por suerte, no trata de imitar a Anneke y busca su propia personalidad. Sin dudas, gustó su actitud y voz.
Con “The west pole”, los holandeses retomaron su costado más progresivo dejando a un lado el sonido pop/rock que habían acentuado en los últimos tiempos. Sonaron tres melodías, “A constant run”, “No one spoke” y “All you are”, las cuales generaron locura en los fanáticos más radicalizados.
También hubo espacio para dos melodías nuevas, que verán la luz en un futuro disco. Tanto “Rusty hands” como “Heroes for ghost” continúan en la línea del álbum de 2009. La gente las siguió con atención y a primera escucha dio su visto bueno.
La dupla compositiva Rutten y Boeijen es la que genera esos climas atmosféricos únicos, y que tanto los diferencia del resto. Los bises, “On must surfaces ((Inuït)” y “Travel”, son un claro ejemplo de su característico sonido. Un final ideal.
Con un sólido show de 100 minutos, donde los viejos clásicos se intercalaron con las canciones de su último disco y dos inéditas, The Gathering confirmó en directo los excelentes comentarios previos. Si bien el inicio hizo dudar, se acomodaron rápidamente y pudieron ofrecer un show a la altura de su historia. Para muchos fue el mejor concierto en Argentina.
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