RESEÑAS
El aguante

Caso extraño el de Claudio. Con nuevo disco recién editado (“Rio extraño”), en vez de salir a presentarlo, decide armar dos fechas especiales donde se ejecutarían en su totalidad los dos primeros discos: “Hay un lugar” y “Yerba mala nunca muere”.
Tal vez porque son discos que contienen canciones que no suenan mucho en vivo, tal vez porque son discos que se encuentran descatalogados y es una buena excusa para darles nueva vida o tal vez por simple gusto. Lo cierto es que nadie puede tildar a O’Connor de estancado siendo uno de los tipos más prolíficos de la escena, algo que llama al eterno debate entre Claudio y Iorio. Lo cierto es que mientras Almafuerte es el rey indiscutido de la popularidad, musicalmente se encuentran algo aburguesados, sin sacar nuevo material hace cinco años, aproximadamente.
Ambos shows comienzan con la ejecución del correspondiente disco. Es una fecha para fanáticos, sin duda. Aquellos de la primera hora; de Cemento, de Colegiales, del Showcenter de Haedo. Las charlas antes del concierto tienen que ver con los temas que los chicos nunca han visto en vivo, algo así como las figuritas difíciles. ¿Cómo sonarán esas canciones con los nuevos músicos? Y la verdad es que la respuesta se ve en los primeros acordes. El sonido de la banda, por lo menos en un show propio, es realmente envidiable. Los dos días el repertorio es idéntico. Cada día un disco en su totalidad y una recorrida por los últimos discos.
No hay nada de “Dolorizacion”, nada de “El tiempo es tan pequeño”. De todas maneras, el presente de la banda pasa por un estado más que saludable. Hay alguna inclusión del nuevo disco como “La maldad” y “Rio extraño”, que la gente ya los toma como nuevos clásicos. No sorprende. El disco es sólido y tiene sentido que haya sido aceptado de entrada. De todas formas, pasa lo de siempre en un show de O’Connor: es considerable la respuesta del público cuando suena un tema de Malón o Hermética, bandas que calaron muy fuerte en la gente. Aunque sean siempre las mismas canciones, la gente estalla a la hora de tocar “Grito de Pilaga” o “Del Camionero”.
Sin embargo, su público no es tan clasista. No es el heavy ortodoxo. Hay una apertura mayor y un respeto por el artista. Qué importa si toca con Adrián Dárgelos o Los Tipitos. Si el resultado final es bueno, es bueno y punto. El fanático de O’Connor es seguidor de su carrera solista. Las bandas que lo precedieron son parte de su historia y ya. El entusiasmo de la gente viene de la celebración de estos dos discos un poco olvidados en el tiempo.
Temas de ex bandas. Repaso de discos clásicos. ¿Todo tiempo pasado fue mejor? No necesariamente. Claudio tiene material y buenos temas. Si quisiera podría hacer todo un show basado solo en su etapa solista y la gente no protestaría. Como lo hace Iorio. Sin embargo, es bueno darle un gusto a la gente. Los clásicos te ponen en el lugar que estás y no se debe renegar de las grandes canciones. Más si suenan vitales como siempre.
El público siempre le va a hacer el aguante, es por eso que el último tema siempre tiene que ser “Se extraña araña”, justamente de aquel primer disco. Ese himno, propio, al nunca aflojar, algo que O’Connorviene haciendo hace rato.
Dos fechas para celebrar algunas épocas pasadas. Pero lo que importa es el presente. Hay disco nuevo y será presentado en mayo en el mismo lugar. Su gente, la banda loca, ahí estarán, brindando aguante para quienes sienten como ellos sienten.
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