RESEÑAS

El aullido blacker

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Por lo general, las bandas internacionales que actúan en nuestro país no pasan por su mejor momento musical, por más que en los dos últimos años esto haya cambiado en cierta manera. Éste popular conjunto inglés de black metal es uno de estos casos, ya que sus mejores álbumes son parte del pasado. De igual modo, había una gran expectativa por verlos.

Intensidad

Desde que se dio puertas a las 17.30, el público disfrutó de los locales, Moonling Asylum y Glorius Night. Cada uno de ellos pudo mostrar su propuesta ante una masa que de a poco se iba acercando al lugar.

Para los amantes de la música extrema, ver a Cradle Of Filth en directo era una cuenta pendiente, por eso, cuando los ingleses salieron a escena a las 21.35 a muchos de los presentes se los notó emocionados.

Mientras los celulares y las cámaras fotográficas estaban retratando ese momento único, los primeros acordes de The cult of venus aversa(canción que abre su reciente disco “Darkly, Darkly, Venus Aversa”) ya estaban sonando.

Al inicio el audio no era el ideal para un grupo de sus características, tanto porque las guitarras no estaban al frente como se presumía y porque el volumen estaba por debajo del esperado. Si bien la cosa mejoró notablemente, nunca llegó a ser magnifico.

Como suele suceder con las bandas que vienen por primera vez, sus fans les suelen reclamar por los viejos clásicos. Tal es así que la locura que despiertan es muy superior a las más recientes. Por ejemplo, cuando tocaron Her ghost in the fog (de “Midian”, de 2000) y The principle of evil made flesh (de su debut autotitulado, de 1994) el agite fue total.

Sin lugar a dudas, su cantante Dani Filth es la estrella principal de los ingleses. Sus aullidos vampíricos y la manera soberbia de caminar por el escenario lo transforman en un personaje especial. Su temible voz no descansó en ningún instante, ni cuando se dirigió al público.

Variado

Las canciones elegidas para el show abarcaron melodías de casi todos álbumes, aunque como era de imaginar el disco más utilizado fue el nuevo “Darkly, Darkly, Venus Aversa” (vio la luz el 1 de noviembre) con tres temas. A la inaugural se le sumaron, Forgive me father (I have sinned) y “Lilith immaculate.

Muchos lamentaron que la talentosa guitarra de Paul Allender no se escuchara nítidamente, ya que sus intrincados solos son una parte esencial del sonido de Cradle of Filth. Al clásico sonido black le agregan un aire más heavy-power con esa filosa viola.

La colorada Ashley Ellyllon, que ingresó al grupo en 2009, se encarga de los teclados y de las voces góticas. Ella tuvo una destacada participación, especialmente por su agradable tono de voz, que hacía un contrapunto exacto con el chillido de Dani.

Los violentes pogos y los coros tribuneros no cesaron en ningún momento, a tal punto que los músicos no esperaban ni imaginaban tanto entusiasmo. Cuando ejecutaron perlas como Dusk and her embrace y The twisted nails of faith, el delirio era aún mayor. La batería, a puro galope del checo Martin Škaroupka, tenía mucho que ver con este despilfarro de energía.

Ya en los bises, la masa enloqueció con grandes versiones de Ebony dressed for sunset y The forest whispers my name. Como toda banda black, se despidieron sin saludar tras el cierre furioso con From the cradle to enslave.

Si bien no fue un show de excepción, Cradle of Filth demostró ser una banda súper extrema y musicalmente muy superior a otros grupos del género. Los puristas del black suelen criticarlos duramente por sus innovaciones musicales. Sin embargo, tras el concierto tuvieron  que dar su visto bueno, a pesar de sus discrepancias.

Redacción ElAcople.com

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