Lección de punk rock

En marco de la gira mundial “Another Bites”, la cual recrea los tres primeros discos del grupo, Buzzcocks pisó nuevamente suelo argento. Con su buena onda característica, los originales  Pete Shelley y Steve Diggle en guitarras y voces, acompañados en esta oportunidad por Chris Remington en bajo y Danny Farrant en batería, aprovecharon esta oportunidad para volver a la primera era del grupo.

Antes de los ingleses, los locales Mamushkas abrieron el fuego de la noche; gracias a su punk rock con agregados de ska, fueron una agradable manera de ir preparando la noche. Continuaron los legendarios Violadores, quienes al principio de su show tuvieron algunos problemas de sonido; superados estos inconvenientes, terminaron su presentación de la mejor manera, aplaudidos por todos los presentes, quienes agitaron grandes clásicos como “Estás muerto”, “Sin ataduras”, “Represión”, “Fuera de Sektor” y el final con “Uno, dos, ultraviolento”. Al fin y al cabo, ¿quién no quiere a Los Viola?

Steve y Pete parecen de tu familia. El primero es como el tío que se mamó en el cumpleaños de quince de alguna prima y te alegra toda la fiesta con la corbata en la cabeza. A los 54 pirulos no deja de hacer morisquetas durante todo el show, revolear su instrumento, agitarla, además de cumplir con todos sus requisitos tras el micrófono y las seis cuerdas. Pete, en cambio, es más bien como tu viejo, se lo ve más sobrio y comandando la situación como un campeón. Entre los dos, junto a los “nuevos”, hacen que la magia de Buzzcocks siga presente como el primer día.

Durante noventa minutos se vivió una excitante fiesta punk rocker. Con pasajes más bailables que pogueables, el cuarteto se lució con grandes versiones de siempre, como el caso de “Autonomy”, “Boredom”, “You say you don´t love me”, “What do i get?”, “Orgasm addict”, “I don´t mind”, “Fast cars”, “Promises”, “Lipstick”, Whatever Happened To…?”, entre otros tantos, haciendo que el festejo fuera tanto arriba como abajo del escenario.

El paso de los años está marcado en los originales, pero la rockean como el primer día, Buzzcocks es una banda que si tocara todos los sábados en tu ciudad, concurrirías gustoso, sin dudas. Con una lista cargada de hits y con una actitud más que enérgica en escena, el resultado final arrojó un show más que bueno que dejó sedientos de más a unos cuantos punk rockers. Esperemos que pronto estén de nuevo por aquí.