RESEÑAS

El ejército de uno

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Smashing Pumpkins es de esas bandas que funcionan como alias para solo una persona. Como Megadeth, como The Cure. Sabemos que la banda siempre es importante, pero la mente maestra siempre es una. A diferencia de las nombradas, Billy Corgan, en vez de despedir a la gente que le parecía indeseable, disolvió su banda alegando estar harto de la industria musical, dejó un disco nunca publicado oficialmente (“Machina II”) y emprendió nuevos proyectos que, aunque interesantes, nunca llegaron a buen puerto. Un día, tal vez un poco frustrado de la poca trascendencia de sus nuevas incursiones, volvió a su primer amor, aunque con un par de modificaciones. Algunos dirán manotazo de ahogado. Lo cierto es que nadie entendió muy bien cuáles eran los objetivos de Corgan.

Los asistentes al show podrán corroborar que al ver a la banda en vivo, lo entendés un poco más.  Ver a Smashing Pumpkins en 2010 deber ser todo lo contrario a verlos en 1995; hoy es una banda más prolija, ensayada, más en contacto con el rock de estadio (Rush, Zeppelin, Floyd) que con la música oscura de los 80.

La excusa de esta visita era un poco rara: la presentación de un disco que todavía no existe, o por lo menos no existe en su totalidad. En uno de esos enojos contra la industria, Billy decide sacar un álbum virtual de 44 canciones, en formato de ep’s de 4 temas que salen paulatinamente. ¿No se entendió? El tipo se enojó con todos porque nadie compra discos, escribió bocha de canciones, las cuelga en la página web de a poco para que la gente las baje y edita algunas versiones materiales para los loquitos que todavía compran discos.

Y si bien ya estamos acostumbrados a los discos maratónicos del tipo como “Mellon Collie & The Infinate Sadness”, al parecer esta nueva producción viene más intrincada que la máquina de hits que supo ser aquel disco. Eso nos lleva al show de la banda hoy: es un hago lo que quiero, escuchen y si se portan bien, les toco un par de temas viejos.

La gente tiene que entender cómo viene la mano. Un show para nada tribunero; no es para agitar. Hay intentos con Today y Ava Adore, y sobre todo con Bullet With Butterfly Wings, que vienen más o menos al principio. ¿Qué impresión da cuando toca estos temas? No se lo nota muy interesado en revisitar esos clásicos. Ojo, que no se malinterprete: no los hace a desgano o de forma automática, pero no creo que al tipo lo represente el caos de esos años y cantar soy una rata en una jaula. Fueron años muy oscuros y si lo hace es por respeto al público, pero al sonar temas como United States o Tarantula se lo nota más comprometido con esas canciones. Y tiene sentido cuando uno sabe la descarga emocional que debe significar hacer música y escribir letras para Corgan. Hoy ya no es más ese adolescente conflictivo, suicida y drogadicto. Se podría decir que hasta disfruta del momento en donde está hoy.

El público está en plan oyente de los temas nuevos, densos, intrincados, y de repente mete algún clásico; la gente tarda en responder y cebarse, y cuando ya están a full, de vuelta a lo nuevo. Entonces como que no hay continuidad, pero de alguna forma ese ida y vuelta resulta atractivo, por lo menos para el que está más entregado al show.

Y cómo se nota que los años cambiaron; Corgan hasta está en plan bromista, haciendo chistes sobre Maradona y la cocaína. Lo más cerca que va a estar de la demagogia.

Hoy parece disfrutar más de la banda que lo acompaña. Supongo básicamente porque puede hacer y deshacer a su antojo y sus compañeros nuevos lo dejan hacer porque comprenden cómo es el tema. Musicalmente son intachables y tienen su presencia, sobre todo la nueva incorporación, el baterista Mike Byrne, de solo 20 años.

Otro punto para destacar es lo ecléctico y buen compositor que es Corgan. Bueno, como letrista es discutible, depende qué busque cada uno. Pero musicalmente es incuestionable. Stand inside your love, Tonight, tonight, Disarm, hablan de alguien con muchas cualidades. Claramente es un tipo con una visión. La banda está bien, es remarcable. Pero es él; es su visión de las cosas luchando para que alguien las entienda. Creo que este concierto y a él como músico se los disfrutará más a la distancia.

¿Qué saldo dejó el show? Que Smashing Pumpkins, sea cual sea la versión, goza de buena salud. Y que para disfrutarla realmente hay que pensar en Billy Corgan como un artista disconforme en constante búsqueda.

azafatodegira.com

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