
ENTREVISTAS
El Cuarteto de Nos: «Estamos en nuestro mejor momento»
Hablamos con Roberto Musso, líder de los uruguayos, que este fin de semana presentan en el Luna Park su más reciente trabajo, «Habla tu espejo».
Una banda de 30 años pero que parece nueva. Músicos de 50 años que les llegan profundamente a adolescentes. Trabajadores profesionales que en vez de relajarse hoy tienen más compromisos que nunca. Nunca nada fue típico en la carrera de El Cuarteto de Nos, por lo que no hay que extrañarse que las rarezas aún les sigan ocurriendo. Este viernes, la banda hace su cuarto Luna Park en 5 años y hablamos con su líder, Roberto Musso, sobre cómo se siente ser una banda nueva de 30 años de carrera.
No sé cómo será en Uruguay pero acá es muy loco que llevan gente realmente muy chica, y para ese público es como si los primeros 20 años del grupo no existieran. No ves a esos chicos pidiendo temas del 94´ por ejemplo…
Sí, y por suerte pasa eso. Pensá que repetir lo que hicimos hace 20 años sería medio horrible para nosotros, quedar preso de un período. Hubo como un recambio a partir de 2006 que todavía sigue pasando, pibes de 13 años que siguen apareciendo e incluso más jóvenes que se enganchan y que sigue gustando a los hermanos más grandes o a los padres, ¿no? Entonces ahí pasa algo con las canciones y con el público que también alcanza a clases sociales muy distintas. En ese aspecto está buenísimo la variedad del público que se congrega.
¿Le buscaste alguna explicación a esto alguna vez? Porque por ahí uno escucha las letras del Cuarteto y piensa que están apuntadas a un público mayor.
La verdad es que al momento de componer no lo tengo en cuenta y si lo hiciera seguro le erraría feo (risas). Por ahí la identificación viene de que yo escribo mucho sobre el tema de crecer o ideas que me surgen de cuando yo era adolescente. Pero tampoco es que apunto a algo específico a la hora de escribir, son cosas que surgen.
¿Y te da miedo el síndrome de la hoja en blanco? De un día no tener sobre que escribir…
No miedo, pero a veces me agarra la duda de ver por dónde voy a encarar las canciones. Por ahí para este disco sí sabíamos que queríamos hacer algo que cortara con los discos anteriores, pero sin tener nada concreto. A veces esta bueno no tener esa idea fija porque por ahí llegas a lugares que no esperas y te dan más rédito. Creo que en “Habla tu espejo” pasó eso y salieron canciones que van a enriquecer el show en vivo y van a convivir muy bien con las otras.
Bueno, cuando decís eso se me viene a la mente “21 de septiembre”, que es como la canción diferente del disco y hasta de toda tu carrera. No solo musicalmente sino también por la temática personal que toca. ¿Te cuesta abrirte así y exponerlo al público?
No, capaz que me cuesta más el cómo abordarla y presentarla para que quede como una canción del Cuarteto. Pasó también con la canción “No llora”. Pero después cuando llegaron a la banda esas dos canciones fueron las que más gustaban y quedaban siempre cuando votábamos qué canciones iban a quedar en el disco. Vamos a ver cómo funcionan en vivo. Tenemos ensayadas 7 u 8 canciones pero con algunas queremos ver cómo se pueden agrandar y si tienen espacio en la lista de la gira y no sola la de la presentación.
¿Y por qué pensás este tipo de canciones en pos del Cuarteto? ¿Por qué no puede existir un Roberto Musso solista?
Pasa que el haber podido ir mutando con el Cuarteto y reinventándonos con el paso del tiempo hizo que no estemos presos de un estilo de canción que sea “del Cuarteto”. Capaz si estuviera en una banda donde yo no pueda expandirme mucho sí podría existir una cara solista mía, donde haría cosas diferentes. Pero en los últimos años creo que pudimos probar muchas cosas y El Cuarteto te puede dar una canción que te haga reflexionar, que te haga reír, que te haga llorar y nos da una libertad de seguir proponiendo cosas que no me hacen tener la necesidad de explorar por otro lado.
Leyendo criticas del disco, marcaban a “Habla tu espejo” como un disco de quiebre de la trilogía “Raro”, “Bipolar” y “Porfiado”. Yo lo veo más como una continuación de esos discos, como que al protagonista de esos discos le pasaron un montón de cosas y pone todas esas experiencias en perspectiva en “Habla tu espejo”. Decían que era el disco más oscuro del Cuarteto y a mí me parece el más positivo, el más luminoso…
Sí, sí. Es raro porque vi que decían eso, pero el concepto de oscuro como que nunca lo manejamos. Para mí es como decís, se maneja un aspecto más luminoso. También musicalmente se ve eso, como que apuntamos a una cosa más pop y más arreglada. Por ahí eso en vivo no se nota tanto porque el vivo hace que aunque la canción más pop tome para el lado rockero natural que tiene.
Si, noto que con este disco tu composición volvió a ser más musical. Antes parecía que le dabas más importancia a la letra y la música era más cruda, más directa. Ahora observo un montón de detalles.
Sí, pasa que el Cuarteto tenia esta cara entre rapeada y rockera que funcionaba y que creó un montón de canciones que vamos a tocar por un largo rato, entonces queríamos ver que otros horizontes podía haber y hacer canciones que hagan enriquecer al show y darle matices, que convivan las canciones viejas con las nuevas sin competir.
Y también en este disco el personaje de Roberto aparece de forma más central. Me pregunto qué tanto de personaje y qué tanto de vos hay en esas canciones.
Sí, yo creo que es como vos decís pero creo que es el disco más Roberto Musso (risas). Ya te digo, varias de las canciones fueron compuestas por situaciones que me pasaron. En general me pongo a cantar en base a situaciones que he vivido o sé de lo que estoy hablando, pero capaz en discos anteriores estaba un poco más disimulado o llevado a algo más exagerado que te quedaba la duda. Pero acá quise darle esa vuelta de tuerca de que fuera más explícito, pero también desde otro lado como que son las voces de mi cabeza las que hablan. En “No llora” también canta un padre que no soy yo pero también lo soy. Es como que hay varios otro yo que se apropian de la canción.
¿La tomás como una especie de terapia para verte desde otra perspectiva tal vez?
Mmm… no en particular. O sea, la música siempre funciona como terapia, desde cualquier ángulo. Siempre es así, digamos que para este disco no es que lo viví de una forma diferente ese proceso. Tampoco eran temas que necesitara compartirlos con algún especialista (risas), eran cosas que ya las tenías resueltas y capaces que por eso las pude transmitir como canción. Me preocupaba transmitir esas cosas, poner el tema en la mira y que no suenen a un cliché horrible. Creo que tener muy masticado el asunto hace que el resultado de la canción sea el mejor.
Aun así parece importante tener ese costado humorístico, por ejemplo en la canción “Whisky en Uruguay”.
Sí, pero fíjate que esa canción tiene un tinte muy nostálgico también, porque era una canción que cantaba Santiago desde chico. Viste que es una versión de una vieja canción irlandesa, “Whiskey in the Jar”. Y bueno, él la tenía en un compilado de canciones de borrachos en vinilo, le dimos un tono paródico pero creo que encajaba con la onda del disco
¿Creés que con el correr de los años te cuesta más hacer tipo de canciones? Como que en los últimos discos las letras humorísticas son trabajos de Santiago y las tuyas son más serias o personales por así decirlo.
No es tanto que me cueste, es que no me predispongo para hacerlas. Tiene que ver con lo que te decía antes, como que este tipo de canciones ya están y no me dan ganas de hacer canciones nuevas en ese estilo que compitan con las viejas. Me interesan otros rumbos para llegar a un lugar diferente.
¿Y en general cómo trabajan? ¿Uno lleva una idea desarrollada, te inspiras en la música primero?
Generalmente hago los demos en casa, Santiago también hace lo suyo. Pero en general es un proceso muy personal. Después selecciono las canciones que son mostrables a otro ser humano (risas) y entre todos elegimos las que nos parece que tienen más potencial y generalmente siempre estamos de acuerdo. Y a partir de ahí vemos las cosas que se pueden mejorar musicalmente del demo. Este disco particularmente tuvo mucho trabajo de estudio, muchas horas ahí.
¿Te cuesta gustarte a vos mismo en ese momento? ¿Sabés qué puede funcionar y qué no?
No, nunca sé. Generalmente en el proceso la canción pasa por un montón de filtros de autocrítica hasta que creo que está más o menos armada para mostrársela a alguien. Hasta que no tengo todo eso terminado no puedo darme cuenta si está bueno o no el resultado. Puede haber alguna idea, una buena melodía, pero no puedo decidir nada en ese punto. Hasta que no te ponés a tocar las canciones en vivo no tenés idea de qué puede funcionar y qué no.
Bueno, pasó un poco con “Yendo a la casa de Damian”. Creo que nadie hubiese apostado a que ese iba a ser el tema más importante de su carrera.
Claro, pasó que el disco tenía buenas críticas y todo pero por ahí nadie destacaba esa canción y un día explotó.
¿Y después de eso sentiste la presión de tener que hacer hits a partir de ese momento?
Y no, porque no sabíamos cómo hacerlos, fue una casualidad. Aunque me forzara a hacerlos no podría. Después fueron saliendo pero de la misma manera casual como “Me amo” o “El hijo de Hernandez” que no tenían nada que ver con “Damián” pero se acoplaron muy bien al repertorio. Y a partir de ahí el crecimiento de la banda fue muy paulatino. No es que explotamos ahí, llenamos todos los lugares y ahora volvemos a donde estábamos antes. La convocatoria crece disco a disco y ahora tocamos en lugares más grandes que en la época de “Raro”.
¿Siempre pudieron vivir de la música con la banda o fue a partir de ese momento que largaron sus trabajos diarios? Te lo digo porque hace poco leia la biografia de Buitres y me llamaba la atención que siendo una de las bandas más importantes de allá, todavía seguían teniendo trabajos fijos.
Sí, pasa que la diferencia la hacés saliendo al exterior y haciendo giras extensas. O sea, hasta “Raro” todos teníamos nuestros trabajos normales, y bien remunerados encima. Pero a partir de ahí se hizo imposible mantener las dos cosas al mismo tiempo. Pasa que vos podés ser muy convocante en Uruguay pero no salís de hacer uno o dos shows convocantes al año. No alcanza. Recién si podés entrar al circuito de Argentina podes hacer una diferencia tal vez. Pero a partir de “Porfiado” pudimos dar el 100% a la banda y creo que se nota en los discos. Además, ahora fui padre y eso me consume más tiempo que el trabajo y la música (risas).
¿Y crees que te queda algo pendiente con el Cuarteto o solo les queda disfrutar ahora?
Y… queda seguir disfrutando pero también estar a la altura de estar en el mejor momento de la banda que no es poca cosa. Estar viviéndolo así, a esta altura de nuestras vidas, es buenísimo. Ahora tenemos viajes a Venezuela y Mexico y ver que se abren nuevos horizontes es también buenísimo. El objetivo es seguir adelante de una.
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Felicitamos a Florencia Suárez y a Pablo Sebastián Mena, ganadores del concurso. Por favor, contactarse con nosotros por mensaje privado con urgencia, para coordinar el retiro de su premio el miércoles 22 o el jueves 23 en la Ciudad de Buenos Aires.
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