Tiros al aire

La etimología de su nombre se remite “a una idea de Juan (el bajista) quien había escuchado esa combinación de palabras en algún lado”, como se puede leer en la web. Sin embargo, luego de verlos en vivo el número once bien podría hacer referencia al fútbol, ya que arriba del escenario dejan la impresión de ser un equipo, por su funcionamiento y su trabajo, pero sobre todas las cosas por transpirar la camiseta. 

Los tiros iniciales serían con mucho ska aportado por “El globo” y “Fear factory”.

“Salud, muchas gracias por venir”, saludó “El Negro” Silvera a un público que llenó Niceto y que cantó y bailó cada una de las canciones. Luciendo una remera con la leyenda “Juicio y castigo” apoyó la causa de la organización H.I.J.O.S. y a la “gente que ha perdido la identidad y merece ese derecho”.

Sonaría “Bisturí”, para luego estrenar un tema nuevo. Sobre una poderosa base de batería y con un interesante solo de teclado presentaron “Tu postura”, a la que le siguió el punk de “Cabo suelto”. “Aunque haya un río de por medio, somos músicos y nos queremos”, agradeció el cantante a Maserengeta y Machaca Boffe, las bandas invitadas de la noche.

Uruguay es, sin dudas, el país con el cual compartimos más tradiciones y costumbres; tal es así que podemos hablar de un mismo imaginario englobado con la etiqueta de cultura rioplatense. El camino que han allanado La Vela Puerca y No te va a gustar comienza a tener su continuidad con bandas como Once Tiros, dejando en claro una vez más que la alegría no es solo brasilera.

Promediando la noche seguirían con los estrenos que formarán parte del cuarto disco de la banda: “Hagan como si escucharan tres temas nuevos en la radio”. Más ska, y un hard rock al que a Silvera le gustaría “escuchar en la ruta” se pudieron oír para el futuro álbum.

“Lo más valioso”, suerte de oda a su propio público, sería un punto alto de la noche, en la que Once Tiros paseó por la triada punk-reggae-ska, sintiéndose más cómodos y desenvueltos en este último género. “La de salir al baño y volver no da”, bromearon ante la falta de tiempo, por lo que tuvieron que disparar los últimos temas uno atrás del otro. “Pa’l charco”, “Alarma” y “Que no decaiga” cerrarían el show. “Esto es una suerte de despedida, ahora la prioridad es grabar”, sentenciaron antes que se cerrara el telón, cuando el reloj marcaba las 12 y el límite de horario parecía decir presente.

Durante una hora y media se vivieron temas viejos y nuevos, miradas críticas y letras inteligentes, madurez musical a base de más de diez años en la ruta, pero sobre todo alegría y saltos en un Niceto teñido con los colores de la fiesta.