RESEÑAS
El porqué del éxito

Tras haber pasado dos años de su última visita (junto a Helloween), los alemanes vinieron a promocionar su décimo disco de estudio, “To the metal”. Pero antes, los teloneros.
Secuelas dispares
Si bien las propuestas de las primeras dos bandas, Lykeion y Brío, se asimilan entre sí (por ser del palo del heavy-power), sus sendas actuaciones terminarían siendo diferentes.
Por su parte, los primeros no contaron con el mejor sonido, los que afectó al resultado final: el poco público que había en ese momento, practicó la indiferencia. Las canciones de su futuro segundo álbum, “Deja tus sueños volar”, no fueron apreciadas como merecen.
En cambio, Brío tuvo mejor suerte al conseguir un audio más parejo. Esto, sumado a su actitud y propuesta, hizo que los espectadores los recibieran mejor. “Ciudad dormida” y “Solo un sueño”, fueron dos de los temas que tocaron.
Más allá de sus limitaciones musicales, Blindado se ha afianzado como grupo; su heavy metal suena cada vez más sólido y directo. Por ejemplo, en temas como “Fuera de la ley”, “No te das cuenta” o su ya clásico “Distorsión”, su estilo se reconoce instantáneamente.
Insight fue la banda encargada de darle un cierre al segmento de soportes. Con un sonido desbalanceado y poco ajustado tiró por la borda las ilusiones de quienes esperaban un buen set. Los covers de Helloween y Angra tampoco convencieron.
Así, con los brazos abiertos
Previo a la salida de los alemanes, sonó el clásico de Queen, “We will rock you”, que sirvió como un excelente pre calentamiento para lo que vendría. De inmediato, se apagaron las luces del local y el “Oh, vamo’ Gamma Ray…” del público se adueñó del momento.
La tradicional y pomposa introducción, “Welcome”, aumentó aún más la algarabía. Pero después del afectuoso saludo de su líder Kai Hansen –en guitarra y voz-, Gamma Ray inició la descarga con “Gardens of the sinner” y “New world order”.
Tras algunos inconvenientes en el sonido durante el inicio del show, la banda superó todas las expectativas, ya que no sólo mostraron crudeza y solidez, sino que también una perfección sonora difícil de describir.
Al mismo tiempo, vale indicar que el tour que los trajo hasta aquí arrancó el 29 de enero pasado –visitando Europa, Asia y América-, lo que hace que la banda suene muy aceitada. Sin embargo, pese a lo agotadora que es la gira, el frontman siempre se mostró de buen humor y muy comunicativo con sus fans.
Del disco presentado, sonaron cinco de las doce canciones que lo componen, pero para compensar a los más fanáticos, hubo himnos de la talla de “The saviour”, “Rebellion in a dreamland” o “Man on a mission”, todos de “Land of the free”, de 1995. Aunque hubo ausencia de temas anteriores a ese disco.
Por un momento, las luces se corrieron del cantante y le dieron protagonismo al resto de la banda. El primer lugar fue para Dan Zimmerman quién realizó un fantástico sólo de batería: tocó en base a una pista de la “Sonata para piano nº11”, de Mozart. Y el otro guitarrista, Henjo Richter logró su pico en the “Abyss of the void”.
Para el cierre, llegaron dos versiones de Helloween, “Ride to th sky” y “I want out”, que junto con la propia “Send me a sing”, se llevaron los pogos y cantos más desenfrenados.
Debido a la repetición de clichés y a la falta de innovación, el power metal perdió la sorpresa. Pero al ver en directo a Gamma Ray, quienes ofrecen un show contundente y profesional, queda la esperanza de que el género todavía puede mantenerse.
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