El día de la bestia

A lo largo de poco más de una hora y con 18 temas uno tras otro y sin respiro, Deicide pisó por tercera vez suelo argento. Con algunos desniveles en el sonido (por momento la batería y el bajo tapaban las guitarras), el cuarteto insignia del death metal americano liderado por Glenn Benton brindó una descarga de clásicos basada principalmente en sus primeros discos.

Con la cruz invertida aún marcada en la frente, a Benton se lo notó bastante enojado con las escupidas del público, y hasta en alguna oportunidad amenazó verbalmente con irse. Ejecutando un tema tras otro y sin respiro, por momentos al grupo se lo notó con ganas de terminar rápido con su trabajo de esa noche, debido quizás a la actitud del sector más guanaco del público.

Acompañado en esta oportunidad por Jack Owen y Kevin Quirion en guitarras, junto a Steve Asheim en la batería, Benton, visiblemente malhumorado, se encargó de aporrear sus cuatro cuerdas y ladrar sus temas como es su costumbre.

La lista se basó en temas de todas las épocas, tales los casos de “Deicide”, “Kill the christian”, “When Satan Rules his World”, “They are the Children of the Underworld”, “Serpents of the Light”, “Bastard of Christ”, “Blame It on God” y “Dead but Dreaming”, entre otros.

Los locales Nekron, Prion, Matan S.A. y Serpentor fueron los encargados de ir calentando el escenario, en una calurosa noche de viernes.

Deicide pasó nuevamente por Buenos Aires, y el malhumor por parte del líder del grupo se hizo notar en escena. Sin opacar la actuación del grupo, pero tampoco convirtiéndose en una visita inolvidable del cuarteto, una nueva noche de death metal culminó en Buenos Aires.