RESEÑAS
Nueva era

Historia reciente
Más allá de que Tolkki ingresó a Stratovarius un año después de su formación, siempre se lo consideró como el miembro fundador por ser el más determinante y creativo en la historia del grupo.
Una vez que el violero decidió dejar la agrupación en marzo de 2008, la continuidad de la banda finesa estuvo siempre en duda. Sin embargo, después de tantas especulaciones, el grupo siguió su curso porque según ellos se lo debían a sus fans y a sí mismos.
Matias Kupiainen, un muchacho talentoso de 26 años, fue el elegido para reemplazar a Tolkki. Además de tocar la guitarra desde los cuatro años y ser muy virtuoso en lo suyo, posee como atributos extras haber producido varios discos exitosos de su país y de poseer un estudio de música llamado MinorMusic.
Igualmente él sabe que será muy observado por los fanáticos de Stratovarius y deberá demostrar en vivo todos sus dotes musicales. Ahora era la oportunidad de exponerse ante el público argentino.
¿Esperabas tanto?
Este nuevo show de los fineses coincidía con el partido definitorio de la Selección Argentina de fútbol para el Mundial de Sudáfrica 2010, es por eso que algunos optaron por llegar sobre la hora –la gran mayoría no-. Esta pequeña merma de asistentes afectó especialmente a las cuatro bandas invitadas. Tanto Insight (metal progresivo), Abryllian (heavy metal), Dark Whisper (power metal sinfónico – metal gótico) como Lord Kraven (power metal épico), tuvieron que lidiar con esta cuestión.
Después de una demora de 50 minutos, Stratovarius estaba en escena para la emoción de sus fanáticos. Utilizaron los primeros acordes de “Destiny” como una especie de introducción, que el público acompañó coreando la melodía.
Durante los primeros momentos, el sonido variaba según la ubicación de los espectadores; a los costados del escenario estaba bastante apagado, en cambio, en el centro el audio era espléndido. Promediando el show era parejo para todos.
El cantante Timo Kotipelto es, hoy en día, el líder natural de la banda. Esto se apreció en cada instante del concierto, ya que se lo vio más suelto y cómodo que en otras oportunidades. Su feeling con el público continuó como siempre, si bien parece perfeccionarse en esa materia año tras año. Las festejadas “Hunting high and low” y “The kiss of judas” demostraron este avance. “Son grosos”, dijo Timo en un forzado pero claro español. Sus fans lo ovacionaron.
Como es habitual, la gente que está más cerca del escenario es más efusiva y le demuestra un mayor cariño a la banda. Durante el concierto las canciones más populares tuvieron un acompañamiento de todos, aunque no con la energía esperada.
El grito de “Stratovarius” se escuchó con intensidad y en varias ocasiones a lo largo del evento. Su tecladista, Jens Johannsson, también cooperó con esta iniciativa jugando con la melodía del “Olé, olé, olé…”.
¿Y qué tal las nuevas?
De su reciente dis
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