RESEÑAS

Sin calma, sin respiro

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Mientras el resto de los mortales ven como hoy por hoy Palermo parecería ser el único capaz de salvar a la selección, las brigadas metálicas se acercan al Roxy Live. Hay noche de distorsión y emociones fuertes.

Desde hace un tiempo hasta ahora, Los Natas vienen trabajando mucho. Prácticamente se los puede ver tocando en Capital fin de semana por medio, siempre con alguna propuesta nueva. La del viernes contó con la presencia de Avernal y con Los Natas tocando temas del ya clásico disco “Corsario Negro”. El sábado la propuesta era repasar el último disco, “El nuevo orden de la libertad”, pero con una sorpresa; el retorno más y menos esperado (sí, las dos al mismo tiempo) de la escena local de los 90: Vrede.

El paso de Vrede fue corto. Vieron, vinieron y vencieron. Solo sacaron dos discos: “Raíz”, de 1995, e “Incisión”, de 1996. Siempre estuvieron adelantados, nunca los entendieron. Nunca encajaron en la escena del metal y siempre fueron vistos de reojo por la del hardcore. Pero sin dudas marcaron a algunas personas. A todos los que estaban en el Roxy, seguramente.

Set corto, pero contundente. Una banda hiper prolija, armada, coherente, segura y ajustada. Toda lo contrario a lo que podía pasar en los 90. En esos tiempos, tal vez, nos encontrábamos con un grupo más salvaje, descontrolado, juvenil. Hoy se los ve más maduros, con más experiencia. Algo tendrá que ver todas las bandas que se formaron a partir de la disolución de Vrede: Taura, Dragonauta, Raíz, Plan 4, Buffalo, Compañero Asma, etc. Tal vez a usted, lector, no le digan nada, pero hoy por hoy son algunos de los nombres más fuertes e interesantes del under local. Y la verdad es que del mainstream también.

“Lejos”, “Frío”, “Auxilio” son algunas de las canciones que suenan; todos himnos personales para los presentes. Lástima que las mesas del lugar limitan la expresión de emoción.

Originalmente iban a hacer una única presentación en el postergado festival “Metal para todos”. Por ahora su presentación sigue en pie, pero tal vez sea la última de la banda. Así que si estuviste el sábado ahí, considérate afortunado.

Llevando la energía del show para la otra punta, aparecen Los Natas, cada vez más cerca de convertirse en la aplanadora del stoner rock. Aunque cabe decir que están cada día más hard rock que stoner. Ya se sabe la capacidad de Los Natas. Aunque el gran público le es esquivo (y tal vez siempre lo sea) se sabe de la bestialidad de Walter tras los parches, los acordes directos del infierno de Sergio y esa pared inamovible en el bajo que es Gonzalo. Se sabe. Pero el reconocimiento les llega; ya son una banda fija en festivales, pero para algunos todavía son demasiado intensos. Ya no hay tanto cuelgue y experimentación. Hoy gobiernan la maldad, Satán y la furia.

La lista se basó mayormente en los últimos lanzamientos, “El nuevo orden de la libertad” y “El hombre montaña”; casualmente los trabajos más duros y directos del grupo. “Resistiendo dolor”, “Las campanadas”, “Humo Negro del Vaticano” se mezclan con algunas sorpresas como los covers de Kyuss (“Thumb” y “Green Machine”) y el clásico “Meteoro 2028”. Estos tres últimos con las voces de Gaby (Vrede/Taura) como invitado. Después se le suma la intervención ya clásica y maligna del cuarto Natas: El Topo Armetta (Massacre/Dragonauta) para una versión intensa de “Patas de Elefante”.

Así fue un sábado a la noche más. Por ahí un show más de Los Natas, pero con el aditivo de volver a ver a Vrede después de 13 años. Un consejo para la semana para la gente que gusta de sensaciones fuertes: recurra a la Internet y trate descubrir a Vrede. Queda un show por delante. Aún no es tarde.

azafatodegira.com

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