RESEÑAS
Desborde criollo

Primavera rara sobre la ciudad de Buenos Aires. Humedad usual baña los adoquines de la calle Balcarce, en el porteño barrio de San Telmo. Las luces del local que atesora el afrancesado ex Jefe Porteño iluminan la aparición de la redondísima luna.
Esta noche, en La Trastienda, tocan los Decadentes. Y eso significa que cualquier cosa puede pasar. Pero primero, lo primero.
El tío Jorge
El show que anunciaban los carteles decía algo así como “Jorge Serrano & Los Auténticos Decadentes”, cosa curiosa que más de uno no quiso perderse. Asi es que cuando el reloj marcaba las 9 de la noche, una interesante variedad de público se acercabaal bolichón. Parejitas de novios, grupos de amigos y grupos de amigas sub-17 (que, aparentemente, intentarían en vano revivir Bariloche ’09 o algo así), pendeviejos y unos cuantos curiosos.
Para amenizar la corta espera, el Dj juega con algunos temas de la visita del año (AC/CD, claro) y para cuando las luces se apagan y el telón de fondo se abre de par en par, Jorge Serrano, de traje negro y anteojos de aumento, arremete la escena y enamora al público con la primera mirada. Una suerte de solista pero rodeado de amigos músicos. Guitarras, bajo, batería, violin, flauta traversa, teclados y hasta los coros de los muchachos de Los Súper Ratones formaron parte de la media hora que duró su actuación.
Unos 7 temas propios fueron los que sonaron, destacándose “Fósforo”, “Babia”, “Lóbulo Frontal” y el experimental y atrapante “Tímido”, todos de “Alamut”, su ópera prima en solitario. Sin duda alguna, se divierte como loco y, además, el público lo ama. De a ratos, parece un director de orquesta que se menea al son de las voces que sus coristas le regalan; de a otros ratos, Serrano es ese tío copado que hay en toda familia, el que sale primero a la pista de baile en los casamientos, el que te avergüenza cuando presentás a tu novio por primera vez y con el que te divertís cuando ya te bajaste media botella de fernet. Y en sus letras, juega a ser un niño, un corazón roto, un padre amigo.
A eso de las 22 horas, se saca el saco y se prepara para salir con la banda que lo tiene ejecutando guitarras, voces y coros desde hace ya 23 años. Preparen el papel picado y los globos de colores.
Los chicos solo quieren divertirse
Sin preambulos dilatadores, Los Auténticos Decadentes son una verdadera fiesta. El escenario está repleto de hombres-niños que probablemente están ahí por la sencilla razón de que les gusta mucho lo que hacen, y por la notable capacidad de colmar el rock argentino con decenas de sus canciones del tipo “una que sepamos todos
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