RESEÑAS
Destellos

Las canciones de melodías suaves y tranquilas y letras tristes o alegres de Germán Daffunchio siempre fueron lindas, pero lo sabían pocos. Hasta que apareció “Será” y se enteraron muchos; esto fue en 2003, con “Esperando el milagro”. Luego, en 2007, llegó “Basta” y dentro suyo infinidad de nuevas y lindas piezas del cantante y guitarrista de Las Pelotas. Ahora, en “Despierta”, Daffunchio se muestra otra vez como creador de buen gusto; “Personalmente”, “¿Qué podés dar”? y “Destellos”, los temas más preciosos del flamante álbum, lo demuestran.
Justamente, “Despierta” fue el motivo de una serie de tres recitales que Las Pelotas dio en La Trastienda; dos de ellos en agosto y el último en septiembre, ayer mismo, ayer no más. Y lo que más se escuchó fueron las canciones lindas de Daffunchio, antiguas y nuevas.
Aunque también tuvieron su lugar temas rockeros, también de ayer y hoy; “Escaleras” y “Veinte minutos”, por un lado, “Si quisiste ver” y “La semilla”, por otro. Este último, por cierto, es ni más ni menos que la mejor canción de “Despierta”, aunque uno termine por escuchar más veces “Destellos” pero sólo porque es más linda. Aunque “La semilla” es mejor, hay que aceptarlo; ese inicio misterioso, gracias a la mano de Sebastián Schachtel, esa voz casi susurrante de Daffunchio; esa explosión posterior, esos gritos, esa furia, esa pelota de ruido que quema, que arrasa.
De vez en cuando, en el concierto, aparecieron temas del fallecido Alejandro Sokol, además de los mencionados “Escaleras” y “Veinte minutos”; “Hawai” y “Shine”, por ejemplo. Justamente, su figura se recordó de un modo particular cuando la banda tocó “Hawai”; tiempo atrás, cuando Sokol era parte aún del grupo, solía olvidarse pedazos de esta y otras canciones y, entonces, Daffunchio lo ayudaba y lo miraba con expresión que no se sabía si era severa o simpática. El sábado, Daffunchio se olvidó un fragmento de este y otros temas y fue Gabriela Martínez la que lo corrigió y miró exactamente con esa misma expresión que él dirigía a su ex compañero.
El recital contó con dos invitados, uno de ellos, Gustavo Kupinski, casi permanente: puso su guitarra en casi la mitad del concierto. El otro, también ex Los Piojos, Daniel Fernández, que cantó en “Capitán América” y “Uva uva”, no sin pedir disculpas por “arruinar” los temas. Daffunchio amagó con hacer también “Pasarás”, que compuso junto a Fernández para el primer disco de La Franela, “Después de ver”, pero al final la cosa quedó en eso, en amagues.
Uno de los sin dudas grandes discos de Las Pelotas tuvo su merecido lugar en el concierto ya que, además del ya mencionado “Uva uva”, de él se oyeron “El chupetón”, “Transparente”, “Saltando” y “Sueños de mendigos”. Una lástima que el plan rescate no incluyó a “Rompiendo la puerta”.
Hacia el final, hubo un par de falsos cierres, hasta que el verdadero desenlace llegó, a través de un par de canciones de Luca Prodan: “Perdedores hermosos” y “El ojo blindado”. Recientemente, se agregó una nueva fecha para la presentación de “Despierta”: jueves 8 de octubre, también en La Trastienda.
Al respecto del flamante álbum, cuando se lo analizó, por lo general se señaló por sobre todas las cosas que se estaba ante el primer disco del conjunto sin Sokol. Tal vez, esto ya había tenido un principio de gestación en “Basta”, en el que él participó menos de lo usual. Asimismo, no está de más señalar cómo son los recitales de Las Pelotas desde que Sokol no está más; quizás la palabra sea raros. Una definición odiosa, pero que a veces se impone por fuerza, aunque se la niegue. Y es que es inevitable sentir que falta algo -más bien alguien- y que lo que se ve, tristemente, son destellos de lo que fue, de lo grandioso que fue.
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