RESEÑAS

Reviviendo el espíritu

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Hace poco más de 14 años, las bandas surgidas en Londres en 1976, The Lurkers y 999 ya habían compartido escenario en nuestro país en un Obras semi vacío. Aquel lejano viernes 19 de mayo de 1995, del cual Attaque 77 y Superuva habían formado parte, se volvería a reeditar en el local de Colegiales, aunque en este ocasión junto a 2 Minutos y Flema. Vale aclarar que The Lurkers tocó una segunda vez el domingo 18 de marzo de 2001 en el desaparecido Cemento.

¿Porqué tan temprano, viejo?

El cantante de los Mastikables comentó al inicio que no figuraban ni en los carteles de publicidad de la fecha (solo en algunos fotologs), así que esa mínima difusión repercutió al momento de su participación. Es decir, su punk rock callejero solo pudo ser apreciado por 30 personas. Este quinteto de la zona de Luján intercaló melodías propias (“Anulados” y “Discriminación”, dos de ellas) con covers de Flema, 2 Minutos y Attaque 77.

Arturo Bassick (bajo y voz), Nellie (batería) y Dave Kemp (guitarra y coros) deambulaban por las instalaciones previo a subir a escena sin causar asombro. Una vez al mando, The Lurkers ofreció un muy buen show, en donde trasmitió toda su experiencia, pese a los escasos asistentes (cerca de 300). Estos se habían quejado previamente por colocar a una banda internacional en el segundo lugar de la grilla (empezaron 19.10), aunque otros tantos se enteraron recién allí.

Su música, más emparentada con grupos norteamericanos como The Ramones y New York Dolls, se pudo ver reflejada en sus añejos y viejos temas. “Take me back to babylon”, “New guitar in town”, “Freak show” y “Shadow” sonaron con actitud, así como “Come and reminisce”, una canción de “Fried brains”, su último CD de 2008. El público estuvo algo distante, aunque el ambiente no generaba ese calor necesario. Bassick, único miembro original, comandó bien el barco con su cerveza siempre en mano.

Desde que Flema regresó en noviembre de 2007 con la nueva formación, fue cuestionado en todo momento por los viejos fans induciendo un interés exclusivamente económico. De igual manera, los liderados por el hoy cantante Fernando Rossi (antes bajista) siguen adelante con su tour “Girando con Satán”, que estará por México, Paraguay y varios puntos del país.

Están sonando potentes y se los nota ensayados. Sin embargo, la imagen constante del fallecido Ricky Espinosa jamás podrá volverlos a ubicar en ese lugar. Himnos punk como “Ahogado en alcohol”, “Si yo soy así”, “Y aún yo te recuerdo” y “Nunca seré policía” pierden validez y desparpajo en la voz de Rossi. Más allá de que los músicos se esfuerzan por mostrarse naturales y frescos, no pueden disimular el paso de los años. Su futuro es incierto y solo ellos sabrán qué les deparará todo esto.

Esto es lo que esperábamos

“¿Quieren punk rock, putos?” fue la enérgica arenga de un amigo de los 2 Minutos que sirvió como bienvenida y que le dio paso a “Ya no sos igual”. El audio era pulcro y conciso, por más que esto ya no sea una novedad. Vienen manteniendo un nivel parejo desde hace años y fecha tras fecha lo van reconfirmando. El papel de Mosca (voz) es fundamental para este crecimiento, ya que contagia al resto de sus músicos, quienes logran un sonido que nunca antes habían conseguido.

El Indio (ex guitarrista de la banda) estuvo de invitado una vez más en voces para interpretar “Casa de dos” y “Correo de amor”, entre otras. También el Batra (bajo y voz) de El Sepulcro Punk puso su voz en “2 minutos”. La sucesión continua de melodías (25 para ser exactos) no afectó en ningún momento a los pogos y a las voces de sus fans, que no cesaron durante los 45’ de set. Por último hay que agregar que están en pleno proceso de grabación de “Directo al infierno”, su futuro octavo disco de estudio.

Para cerrar la noche, los 999 se hicieron cargo con solvencia y profesionalidad de esta responsabilidad. Nick Cash, su líder natural, y Bassick, miembro de The Lurkers (acá toca el bajo y hace coros), los encargados principales de que himnos como “Homicide”, “Feeling alright with the crew” y “Emergency” provoquen exaltación en la masa. Quizás la reacción de estos fue mayor porque había un espíritu más festivo gracias a los dos shows anteriores.

Este cuarteto representó al punk inglés clásico, si bien por momentos se pusieron más oscuros e introspectivos. Siempre estuvieron acompañados por un audio notable y por un Cash charlatán y amigable. Por más que el punto de ebullición máxima fue cuando sonaron los acordes de “Nasty nasty” -canción que populari

Redacción ElAcople.com

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