RESEÑAS

Tiempo al tiempo

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El tiempo es raro. Te pone algunas jugadas divertidas. En el rock under parece que también. Fidel Nadal, luego de más de 20 años de carrera, con su “International Love” suena hasta en las radios de música clásica. Massacre es la banda fija en cada festival. Es como si el rock de los perdedores estuviera tomándose venganza.

Con Pez pasa algo parecido. La actitud ha cambiado totalmente. Minimal se sacó pelo, barba y panza y sumó rock. Entre la gente ya no se ven tantos “hippies”; hay hasta gente linda. Volvió el pogo a los shows , incluso con espectadores en cueros y haciendo mosh; escena que desde algunos años para acá ya parecía impensada.

Hay una canción de la banda titulada “Espíritu inquieto”. Nunca un mejor título para describir al combo. Desde hace un tiempo no paran de sacar discos, todos diferentes entre si. El giro que dio la banda últimamente fue drástico; dejaron la psicodelia y el jazz de lado y abrazaron la agresividad de vuelta. Hoy están más cerca de Slayer que de Spinetta. Han vuelto a ese rock tan fresco, juvenil y agresivo. La excusa era la presentación del nuevo disco, “El porvenir”, una breve colección de canciones con potencia, que en vivo se multiplica.

Y el show se pasea por eso. Nada de psicodelia o de cuelgue. Palo tras palo. Viejas canciones -más que canciones, declaraciones de principios- coreadas a viva voz por todos los presentes. Como si esas frases y esas afirmaciones fueran sus propios epitafios. Un show lleno de energía, que trajo espíritus de los 90. Más cuando apareció el invitado de la noche, Sergio Rotman, para hacer “El Desengaño” y “La eternidad”, de Cienfuegos, tal vez dos de los mejores temas de los 90. Lástima que casi nadie se dio cuenta.

Incluso el formato del show ha cambiado. Ya no existe tanto de ese “café concert” que solía haber entre el guitarrista y el público. Hoy por hoy están más enfocados en tocar, en mostrar las canciones que más les gustan, solo que más y más rápido. Al día de hoy ya hay muchos hits, digamos, internos: “Lo que se ve no es real”, “Rompo tu piel de asno” y “Desde el viento en la montaña”, canción que debería enseñarse en las escuelas. Tanto cambió todo que hasta complacen al público con algunos pedidos como “Fuerza”, “Introducción, declaración, adivinanza” y lo que puede ser el nuevo hit cosecha 2009, “El porro es del metal”, que dice “Los caretas del reggae se lo quieren llevar, pero el porro es del metal”. En el fondo todos lo sabemos, Ariel. Claro que sí.

“El porvenir” es el título del último disco. El porvenir de Pez es excelente, refiriéndose a las dos cosas: al disco y al futuro. Un futuro (y un disco) lleno de canciones excelentes, con más fuerza y vitalidad que nunca. Sonando más honestas, mas frescas, más urgentes que nunca. Es esa cosa del tiempo. “Nos definen las acciones, el resto es blah blah blah” predica el tema “Quiebran”. “Camino despacio, total nadie me espera” reza “Consciencia”. Es como si estuvieran diciéndote qué es Pez hoy. De qué se trata, quiénes son.

Y si bien el tiempo es impredecible, Pez seguramente será uno de esos “secretos mejores guardados”. Y a veces está bien que así sea. Como dice la canción “Roma”: “Las canciones salvadoras, llenadoras de emoción, no se pautan en la radio, explotan en tu habitación”.

azafatodegira.com

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