Caballeros tóxicos

Casi que duele la nariz cuando termina un show de Los Perez García. Así como tantos otros músicos de acá (Solari en lo más alto) y de allá, los nacidos en Aldo Bonzi tiñen sus canciones con el asunto del “Vos tirá y andá” y le funcionan frases ingeniosas sobre todo aquel mundillo de las “noches que no se duerme, se camina”.

Liderados en la voz por Beto Olguín, que lleva esas noches tras sus lentes negros; trío de guitarras, melodías sencillas y pegadizas, mucho brillo rítmico con un aporte esencial del percusionista Tatú, los vientos comandados por Martín Sarceda y los teclados de Julio Medina; la banda colmó Niceto Club el viernes pasado, en las últimas presentaciones de su tercer disco “Santo Remedio”.

Deudores de Los Caballeros de la Quema, con quienes los unen cientos de puntos en común (plomos, productores, saxo, manager, admiración), mantienen aquel espíritu vivo, con canciones que cuentan historias de calle, pero sin olvidarse de conjugar un verbo ni de utilizar metáforas precisas. Porque ser de barrio no es peyorativo, aunque así lo impusieron algunos.

El viernes, sonaron temas viejos, más nuevos, y algunos que incluirán en el próximo álbum que están grabando en los estudios Del Cielito y se llamaría “Asuntos de Familia”.

“Querida Elena”, “Trucos”, “Ruta”, “Al Sol”, “Miro”, “Shine”de Las Pelotas, son sólo algunos, sumándole además un pequeño break acústico (otro clásico de los Caballeros) donde se destacó “Sin dormir”.

Consolidando un público fijo que vibra con sus canciones, tocando para no perder el ritmo, terminando su cuarto disco de la mano de Martín Mendez, Los Pérez avanzan a paso firme.

El final del show fue casi como es costumbre: hicieron “Perro Salado”, clásico del primer trabajo, aunque faltó su habitual enganchado con “Formosa”, justo esa que dice “Su novia fiel… usa el carnet de Racing para peinar”.