A Holy Piby se le ocurrió algo

La noche arrancó con la presentación de La Asociación Triple P, quienes nos deleitaron con sus soberbias ejecuciones y su coolísimo jazz fusión. Una gratísima sorpresa que habrá que seguir de cerca este año y esperar su  primer trabajo, estipulado para el corriente.  

Media hora más tarde de lo pautado, suben al escenario los Holy Piby. Los muchachos de Lanús arremeten con lo mejor de su repertorio para impresionar y dar un golpe de efecto en el comienzo.

Se pasean por lo mejor de sus dos discos (“Is Coming” y “Hot Neighborhood”), sumándole sus clásicos covers; en esta ocasión, la exquisita “Master Blaster (Jamming)”, de Stevie Wonder. Y, como siempre, el clasiquísimo y multiversionado “I Shot the Sheriff”, a la manera de Holy Piby, que traducido es reggae + funk + soul, y donde el saxofonista recorre el tema con un solo narcotizante, como si estuviera dentro de una verdadera jam session.

Musicalmente, Holy Piby es algo novedoso dentro de una escena reggae que no los cobija del todo, y lo demuestran cada vez que se presentan en vivo: desde las composiciones, que reversionan una y otra vez en cada show, pasando por los arreglos, hasta estas nuevas ideas de tocar cada noche con un invitado de géneros tan disímiles como el funk (Zanahoria), el hip hop (Iluminate), el jazz (Asociación Triple P) o el garaje-surf (Los Kahunas).

Y eso es lo que hace todo el tiempo Holy Piby: pasear por otros géneros y mezclar músicas con solvencia y conocimiento. Esa es la naturaleza de la banda. Un show redondo y súper recomendable para ver y escuchar nuevas propuestas.