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Johnny Marr: dejar de ser el otro

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El mítico guitarrista de The Smiths brindó un show íntimo en Niceto Club para los que no fueron o se quedaron con ganas de más después de su presentación en el Lollapalooza.

Por un momento hubo crisis y este show corrió peligro debido a desentendimientos entre Mario Pergolini y la gente de Fénix, lo que hubiese sido imperdonable; 50 minutos a las 3 de la tarde en un festival no eran suficientes ni adecuados para apreciar al guitarrista en todo su esplendor. Esta fecha era necesaria.

Ante un Niceto colmado por un público considerablemente mayor al que puede llevar Morrissey, empezó a vibrar de entrada con «The right thing», primera canción de una lista de 20. Con una melodía fuerte y guitarras directas, el show empieza como todos deberían hacerlo: fuerte y contundente. Si a eso le pegamos «Stop me if you think you’ve heard this one before» de su legendaria banda como segundo golpe, el partido esta ganado de entrada. Marr, impecable, mod, juvenil, toma la energía del auditorio desde el comienzo y la devuelve.

Lejos de demandar glorias pasadas, la gente festeja las nuevas canciones solistas. Es que composiciones como «Upstarts» o «Lockdown» demuestran la vigencia y el talento de Johnny Marr para crear melodías. En otra época cualquiera de las canciones que componen «The Messenger» podría ser un gran hit. Hoy esos temas sólo significarán algo para la gente que se tome el tiempo de apreciar el presente del artista y no pedir una desesperada reunión de su viejo grupo. Por suerte los presentes lo entendieron y vibran con canciones como «New Town Velocity» o «Generate! Generate!», dedicada a Sergio Agüero. ¿Por qué será que todos los rockeros de Manchester son del City?

Si bien su nuevo disco salió apenas el año pasado, el muchacho ya tiene listo el segundo, del cual adelanta las canciones «Boys get straight» y «Candidate». La gente, lejos de quedarse de brazos cruzados escuchando estas nuevas composiciones, salta y baila como lo habían hecho con «Panic!» hace unos instantes. Tal vez no sea tan buen letrista como su ex compañero, pero no tiene nada que envidiarle como compositor de melodías. Ni hablar como instrumentista: una suerte de Brian May del rock indie. La nota justa, la cuerda justa para crear melodías sencillas ejecutadas de forma compleja.

Por supuesto que son obligadas las paradas de nostalgia de viejas épocas y está bien que suceda; si fuiste parte de la creación de canciones como «Please please please let me get what i want» y «How soon is now?», sería una picardía que esas canciones no lleguen a la gente en formato vivo sólo porque la banda no existe más.

Con «Getting away with it» y «There is a light that never goes out» Johnny Marr coronó un show impecable. Tocó grandes canciones y demostró que sus composiciones están a la altura de su historia. No necesitaba hacerlo, pero esta noche Marr demostró que es más que «el guitarrista de».

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azafatodegira.com

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