RESEÑAS

Metal refinado

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Luego de los shows en el Monsters of Rock y La Trastienda, en 1995, y el set en el ex Teatro de Colegiales, en 2006, los ingleses tocaban nuevamente por estos lares. No obstante, esta no era una fecha más, ya que llegaban en marco de la gira del aniversario de sus 20 años. Con altibajos y constantes cambios musicales, hoy en día Paradise Lost está considerada como una banda de culto, y como influencia para muchos grupos del denominado gothic metal.

Distintos caminos, mismo objetivo

Una banda como Giltine’s Gintaras, que se promociona como una combinación de metal gótico con folklore lituano, ya merece especial atención solo por la curiosidad que provoca esa oferta. Sin dudas, original desde lo musical, pero algo dubitativo desde lo teatral. Mostraron canciones de su disco debut, a editarse en marzo próximo, como “Drasus” y “Elderly love”; sin embargo, lo que causó mayor atracción fue un tema tradicional lituano y un cover de Rammstein (adaptadas ambas a su estilo).

Provenientes de la zona de Ramos Mejía, la gente de Dark Whisper consiguió una buena recepción por parte del público. Su propuesta, que va de un power metal sinfónico a un gothic metal, sonó interesante a pesar de que les falta encontrar un sonido más personal. A la hora del cover de Tarja Turunen, “Die alive”, dejaron bien en claro cuáles son sus influencias principales. En canciones disímiles como “Hades” y “Disappointment”, se puede apreciar hacia dónde gira la música del grupo.

Taija Rae, al tener un vocalista masculino, al cantar en español y al poseer un sonido más oscuro, se diferenciaron claramente de las agrupaciones anteriores. Formados desde el año 2000, y con dos álbumes en su haber y su hard metal como signo distintivo, gustaron en general, sobre todo con el cover de Depeche Mode, “Personal Jesus”. También se escucharon canciones de su reciente placa, “Mariposas y demonios”, tal es el caso de “Ilusiones… (las flores del mal)”.

¡Qué show!

Tras una pequeña introducción, Paradise Lost subió al escenario pasadas las 22hs y apabullaron de movida con un sonido espléndido, en donde la voz y los instrumentos se percibían claramente. “The enemy”, el primer single de su último disco, “In réquiem”-2007-, fue la encargada de dar el puntapié inicial.

Los fans reaccionaron de manera fantástica desde el mismo instante en que la banda pisó el escenario. Sin embargo, Holmes los arengaba aún más, sea a través de palmas o de sus voces. En un momento exigió que todos disfrutáramos del show de pie, argumentando que no quería ver a nadie sentado. “Que se vayan a su casa para eso”, remató. Una buena forma de incitarlos para que no se queden estáticos. Siguieron con “Erased”y “Elusive cure”.

Durante las 15 canciones, un audio compacto y demoledor permaneció firme y sin altibajos. El poderoso combo que forman sus guitarristas, Greg Mackintosh y Aaron Aedy, son determinantes. Greg, al ser la guitarra líder, tiene mayor preponderancia, pero Aaron lo compensa con una energía súper contagiosa. “Los maestros de la melancolía”, tal como los denominan, no habían hecho sentir este calificativo, ya que habían arrancado con temas muy rifferos.

Cantá cuando quieras

En sus comienzos, en 1988, los Paradise Lost practicaban un doom/death, que con el paso del tiempo se iría transformando en un metal gótico. Con sus discos “Draconian times” -1995- y “One second”-1997- su nombre tomó un mayor protagonismo. Durante el show no faltaron composiciones de dichos álbumes, pero tampoco se olvidaron de los amantes de la vieja época. “Gothic”, un tema de su segundo disco auto titulado -1991-, fue el regalo para ellos.

A pesar que Nick hacía el esfuerzo para presentar cada una de las canciones, todo era en vano, ya que el público reconocía instantáneamente los acordes iniciales y comenzaba a agitar. “Enchantment” y “Say just words” son dos ejemplos claros.

Redacción ElAcople.com

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