RESEÑAS
Mutilados con piedad

Para hablar de Mayhem, antes es necesario zambullirse un poco en su historia. Dead, uno de sus cantantes, se pegó un escopetazo en la cabeza, no sin antes dejar una nota pidiendo disculpas por la sangre que dejaría derramada. A su vez, Euronymous, uno de los guitarristas que tuvo el combo, fue quien encontró el cadáver de su compañero de banda, y antes de llamar a la Policía, fue corriendo a un comercio cercano a comprar una cámara de fotos descartable, con la cual retrató los restos desparramados por el suelo. Esa imagen formó parte del arte de uno de sus discos en vivo: “Dawn Of the Black Hearts”.
¿Esto termina acá? No, ni ahí. El amigo Euronymous, según afirmó, se comió un par de canapés de su compañero y guardó trozos de cráneo como reliquias. ¿Le habrán caído bien? Es difícil averiguarlo ahora, ya que fue asesinado por Vikernes (bajista/guitarrista) de un cuchillazo luego de una pelea, quién desde 1993 se encuentra tras las rejas.
En la actualidad, la doceava formación, que cuenta con Necrobutcher en bajo como único miembro original, junto a Attila Csihar en voces, Hellhammer en batería, y Morfeus en las seis cuerdas, se presentó por primera vez en nuestros pagos, y durante poco más de cincuenta minutos dieron una interesante descarga de black metal.
En “Palo y a la bolsa mode on”, sin repetir, sin soplar y casi sin respirar, el cuarteto descargó su artillería. Luego de una breve introducción instrumental, y mientras los músicos iban ocupando sus lugares, Attila fue el último en salir. Acostumbrado a verlo en DVD o fotos luciendo distintos atuendos -que van desde Hitler a Bugs Bunny-, aquí se presentó simplemente con corpsepaint (la clásica pintura blanca del rostro), y con un crucifijo gigante e invertido colgando del cuello junto a una horca.
Con algunos desperfectos de sonido en la guitarra (moneda corriente en El Teatro), el cuarteto se despachó con varias gemas de su discografía, como el caso de “Silvester Anfang”, “Deathcrush”, “View From Nihil” , “A Time To Die”, “Freezing Moon”, “De Mysteriis Dom Satanas”, “From the dark past, Carnage y My death,entre otras tantas.
Como es costumbre en este tipo de eventos, entre el publico se encontraban varios con el rostro pintado, otros con remolinos capilares y puños en alto, y alguno que otro en plan de pelea. Un bonito ecosistema.
Tras casi una hora de show, con las luces de El Teatro encendidas y sin saludar, los escandinavos se despidieron con el cover de “Troops of doom”, de Sepultura. Sin demagogia ni camisetas de fútbol. Al fin y al cabo, esto es black metal.
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