OPINIÓN

Maldito regreso

Por  | 

Luego de lo ocurrido el 30 de diciembre de 2004, hubo acuerdo mayoritario al respecto de que la bengala era un elemento que nunca más debía tener lugar en los recitales. Algunos, entre los que me incluyo, no sólo sacamos esa conclusión sino que además pasamos a considerar a ese fuego artificial como algo maldito para el rock, tomándolo como un símbolo de la tragedia de Cromagnon, tal vez el símbolo máximo de la misma.

Con el paso del tiempo, en ocasiones aisladas, hubo espectadores que intentaron reinsertar a la bengala en diferentes conciertos, pero no tuvieron éxito por el rechazo que de inmediato le expresaron los artistas y el mismo público. Además, posteriormente, el periodismo también hizo su lapidaria crítica.

Sin embargo, ya a casi cuatro años de la tragedia, parece que las cosas cambiaron en torno a esta cuestión. Así vemos que en el último show del INDIO SOLARI, en Tandil, volvió lo que usualmente se llamaba “la fiesta de las bengalas”, esa misma que tanto se condenó en su momento. Y ni el músico —que en este caso no entraría en contradicción—, ni sus colegas, ni el público, ni el periodismo reaccionó. Habrán existido excepciones, pero pocas; la sensación que se instala es esa que dice que “al aire libre sí se puede, no pasa nada” y que agrega que el marco que se genera con ese humo colorido es “hermoso, memorable”.

Al respecto del supuesto carácter inofensivo de la bengala en un concierto al aire libre, habría que apuntarle la infinidad de casos de personas que resultaron lastimadas, desde sus cabellos hasta sus ojos, por culpa de ese ritual “hermoso”. Aunque tal vez como el peligro no implique la muerte no haya problema y por eso se diga que “no pasa nada”. Y es justamente ahí donde se encuentra la triste razón a esta actualidad del asunto en cuestión: no importa el otro, ni uno mismo. No importó en diciembre de 2004; no lo hace ahora.

A mí me parece que si queremos algo “memorable” en el rock tendríamos que apuntar hacia otro lado, que tenga coherencia con aquello que se acordó después de la tragedia en relación a la bengala y el repudio posterior que se dio a los intentos de que la misma regrese a formar parte de un recital.

Y si acaso ese parecer no retorna porque efectivamente “no pasa nada” usando bengalas en conciertos al aire libre, opino que sería deseable que vuelva el sentimiento de considerar a ese objeto como algo maldito en el rock, como una especie de señal de respeto, apoyo y solidaridad hacia las víctimas de la tragedia y sus familiares; como una muestra de estrecha firmeza de pensamiento entre lo que se razonó hace cuatro años y lo que se razona hoy; como un índice de que los están en el ámbito del rock no olvidan y, en algunos aspectos, no cambian.

Redacción ElAcople.com

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión