DISCOS

Juanse: delirio místico

Por  | 

En “Rock es amor igual”, el ex líder de los Ratones Paranoicos pierde su espíritu rockero en manos de la conversión cristiana.

“Dios nos llama a la guerra contra el odio y la soledad”. No, la cita no refiere al cancionero de misa de cualquier iglesia de barrio, tampoco a una banda de rock cristiano: con frases como esa, Juanse da comienzo a su cuarto disco solista, “Rock es amor igual”. El tema es “Tu vida cambiará” y las conexiones religiosas son demasiadas a lo largo del álbum, y por momentos hasta ridículas como otra de la misma canción: “el infierno re careta, dale esto, se tiene que acabar”.

¿Qué pasó con el líder algo especial, aquel descerebrado, aquel cowboy que comandó la banda más rollinga (y probablemente la única de una larga lista) de Argentina? El mejor estereotipo rockero para proveerle libreto al Pomelo de Capusotto parece haber mutado en otro de sus personajes. ¿O este nuevo Juanse no podría ser la reencarnación de Jesús de Laferrere?

Una vez pasada la difícil tarea de superar el shock religioso (además de la tapa con su imagen simil Sagrado Corazón, en el reverso se ven dos guitarras con una cruz y la cara de Jesucristo), “Rock es amor igual” cuenta con algunos buenos momentos cuando el ex Ratones explora su faceta melódica, esa que comenzó a lucirse con “Cuando te vea”, del último álbum paranoico, y que en este caso acierta con “Estés donde estés” y “Ven a mí”.

Pero en “El grial” nos encontramos ante otra referencia mística: “Toma siempre del grial, lo que tiene vence al mal”, canta en un disco que no puede escapar del aburrimiento de una lírica católica. Sólo Charly García en “La zombie”, aportando teclados ochentosos y voz, nos ayuda a huir, al menos por un momento, de la corrección eclesiástica que invade hasta al “Bendito rock and roll”: “El domingo voy a estar en un lugar especial”, canta Juanse, y no podemos creer que esté hablando de la misa.

No solo impera la sensación de que el mensaje está fuera del lugar en el rock (las temáticas teológico-energéticas encuentran, tal vez, un espacio más apto en el reggae), sino que es lo que jamás esperaríamos de un interlocutor como Juan Sebastián Gutiérrez, que nos acostumbró, tanto al frente de los Ratones como en su etapa solista, al rock de vertiente blusera más puro y directo en cuanto a sonido, pero sobre todo a una lírica abundante en referencias al género femenino, al sexo y a las drogas, y en donde los únicos dioses eran Jagger y Richards, y Norberto Pappo Napolitano, el ángel local.

Las referencias religiosas han existido a lo largo de la historia, pero acá por momentos son demasiado directas y chocan con un género que siempre fue visto más del otro lado, mostrando simpatía por el diablo. Las guitarras siguen girando pero cuando el rock, aún vendido al mainstream, no muestra rebeldía, oposición, o al menos algo de desobediencia frente a un orden establecido, parece perder gran parte de su esencia.

[sam id=»2″ codes=»true»]

Redacción ElAcople.com

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión