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Sarstock en Toronto

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Quizás, los organizadores del mega concierto conocido como SARStock, que tuvo lugar en Toronto, Canadá el pasado 30 de julio, no tuvieron en mente un espíritu competitivo o comparativo con aquel legendario evento. Pero los hechos han dejado claro que, estadísticamente, este nuevo show ha superado con creces todas las expectativas, convirtiéndose en el mayor concierto de un solo día en la historia del rock.

De hecho, el motivo para poner en escena semejante esfuerzo organizativo por parte de las autoridades de la ciudad de Toronto, fue el envío de un claro mensaje institucional al mundo entero: “No tenemos más SARS (siglas en inglés para Síndrome de Neumonía Atípica) en esta ciudad, vengan y vuelvan a gastar su dinero aquí…”.

La ciudad acababa de declarar la erradicación definitiva de esta epidemia que dejó una turbulenta cantidad de decesos y la peor crisis económica sufrida por una ciudad occidental a causa de este mal del siglo XXI.

Los mismos vecinos estadounidenses, parecieron “comprar” el mensaje, ya que también adquirieron online unas 45.000 entradas, un 10% del total de 450.000 almas de todas las generaciones que colmaron el caluroso Downsview Park en las afueras de la ciudad, el mismo que albergara el encuentro con el Papa Juan Pablo II durante el 2002.

El mega-show ofreció una oportunidad quizás única en la historia de tener en un mismo escenario y en una misma jornada a tres grandes bandas consagradas internacionalmente: RUSH, AC/DC y THE ROLLING STONES, quienes cerraron el evento en ese orden, pero que también fueron precedidos por KATHLEEN EDWARDS, SAM ROBERTS, LA CHICANE, THE TEA PARTY, THE FLAMING LIPS, SASS JORDAN, ISLEY BROTHERS, BLUE RODEO, HAVE LOVE WILL TRAVEL (DAN AYKROYD Y JAMES BELLUSHI), JUSTIN TIMBERLAKE Y THE GUESS WHO.

Gran cantidad de fans se concentraron desde la noche anterior en las afueras del parque, el que abrió sus puertas tal como fuera rigurosamente anunciado a las 8 AM. A la 1 PM las distintas bandas y solistas comenzaron a calentar la ya de por sí calurosa y despejada tarde canadiense.

Un lujo aparte fue contemplar la apretada y cronometrada organización del evento, cuya logística para casi medio millón de personas no dejó casi ningún detalle librado al azar, y se hermanó perfectamente con el comportamiento generalmente apaciguado y respetuoso de los fans norteamericanos.

Todo funcionaba a la perfección, los horarios se cumplían estrictamente, y las bandas se sucedían una tras otra tocando sus muy cortos sets mientras la próxima aprestaba el rider escénico detrás de un gran cortinado negro en el fondo del escenario en uso.

Esa fue quizás una de las pocas críticas del público a la organización: las bandas eran muchas y por ende los shows eran breves, quizás esto se notó y sufrió más aún cuando tocó el turno de los tres show principales, los que la gente realmente esperaba.

Las actuaciones más esperadas del día llegaron a las 7 PM, con el sol aún alto, de la mano del legendario trío local, portadores del noble título de Caballeros de la Orden de Canadá y vendedores de millones de copias de sus 24 discos editados en todo el mundo desde 1974: RUSH.

Llegaron a este show en la ciudad de su base de operaciones con su ego por las nubes, al venir recientemente de colmar los estadios Maracaná (Río de Janeiro), Morumbí (San Pablo) y Olímpico (Porto Alegre), como broche de oro para su gira mundial que los paseara una vez más por toda Norteamérica, incluido México.

De este tour, precisamente del show en Río, se espera para septiembre próximo un DVD doble y CD Triple. La banda integrada por GEDDY LEE, ALEX LIFESON y NEIL PEART basó su repertorio, al igual que el resto de las bandas, en los grandes éxitos, arrancando con “Tom Sawyer” y demostrando ser la banda con mayor virtuosismo musical de la jornada.

Siguieron con hits como “Limelight”, “Closer to the heart”, “YYZ”, “The spirit of Radio” y “Freewill”, entre otros. Antes del final, RUSH, a modo de precalentamiento para la masa “rollinga”, regaló medio cover instrumental de “Paint it black”, siendo una de las únicas bandas junto a THE TEA PARTY que se animaron a versionar al plato fuerte que se avecinaba más tarde.

8 PM: El virtuosismo dejó paso a lo masivo, a la energía. A los “mismos acordes de siempre pero que tanto nos gustan”. La clásica “pared” de Marshalls por detrás sirvió como telón de fondo de marca registrada para la aparición en escena de los AC/DC.

Quien haya esperado contundencia rockera, la tuvo. Dispararon 11 cañonazos de placer uno tras otro. “Hell ain’t a bad place to be”, “Back in black”, “Dirty deeds done dirt cheap”, “Thunderstruck”, “If you want blood (you’ve got it)”, “Hells bells”, “The Jack”, “TNT”, “You shook me all nite long”, “Whole lotta rosie” y “Let there be rock”. Si bien fue un show austero en cuanto a escenografía, los australianos se ubicaron a la altura de las circunstancias, y en un festival multi-bandas, los más fanas se quedaron sin la campana gigante descendiendo desde las alturas del infierno. Sin la gran gorda sexy inflable, la grúa demoledora, o los 21 cañones letales. Lo que no podía faltar (y no faltó) fue el clásico streap tease en “The Jack”, que acabó con el trasero de ANGUS enfundado en una bandera canadiense. Pero rock ? sí que lo hubo!.

Lejos de aparentar su edad biológica, un siempre adolescente ANGUS YOUNG -de pelo semi corto- fue el primero en aparecer y el último en irse. BRIAN JHONSON, con su filosa e inagotable voz a cuestas, hizo ap

Redacción ElAcople.com

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