RESEÑAS
Hasta el resto de su vida

Tal como había sucedido durante las dos visitas anteriores (2001 y 2004), PAUL DI’ ANNO tocaría por aquí justo en el mismo año en que IRON MAIDEN también lo había hecho. Así que PAUL no puede desprenderse de su ex banda ni para realizar un show. Sin embargo, todos sabemos que es algo intencional, y no casual.
A diferencia de los otros dos conciertos, a DI’ ANNO lo escoltó en esta oportunidad la banda paraguaya RUSHMORE. Este grupo está integrado por cuatro jóvenes que promedian los 20 años: JULIO PERALTA y PAULO SANTOS, guitarristas, NICOLÁS CAÑETE, bajista, y CÉSAR NICOLICCIA, baterista.
Poniéndonos en clima
A pesar que la vuelta de IMPERIO está más viva que nunca (graban el próxima sábado un CD y DVD en vivo en El Teatro Flores), CRISTIAN BORTENCELLI (voz) no olvida a RENACER, su viejo amor, con quienes entretuvo al público antes de la salida del cantante británico.
Mostraron canciones nuevas como ”El infierno que amamos”, incluido en su reciente EP ”Renacer VII”, y clásicos de la talla de ”Espíritus guardianes” y ”Guerrero inmortal”. Sonaron bien, aunque como suele ocurrir, el audio estuvo bastante más bajo con respecto a la banda principal.
Orgulloso de sus fans
Tras sonar la intro, la banda salió a escena interpretando el instrumental ”The ides of march”, como para ir acomodándose, tanto ellos como la gente. Antes de que ”Wratchild” comience a sonar, PAUL DI’ ANNO saludó a su público con un simple ”Hola Buenos Aires, ¿Cómo están?”. La gente se agolpaba cerca de PAUL y dejaba un hueco importante detrás.
Con comentarios como ”la familia argentina cómo anda” o ”Es fantástico estar aquí”, se notaba lo emocionado que estaba al tocar ante este caluroso público. El grito de ”PAUL…” por parte de los fans fue constante. Escuchar joyas como ”Murders in the rue morgue” y ”Remember tomorrow” en su voz ya satisfacía a los más fanáticos.
Más allá de que PAUL venga tocando las canciones de Iron Maiden” y ”Killers” desde hace 27 años, en sus shows siempre intenta mostrar algunos temas de su carrera solista. Por lo general, cuando suenan pasan desapercibidos, ya que estos discos nunca lograron trascender, no solo por no tener el nivel esperando, sino también por su pasado, que lo dejará marcado perpetuamente. Esto sucedió, por ejemplo, con ”Marshall lockjaw” y ”Children of madness”.
¡Cuidate, man!
El aspecto y el estado físico de PAUL distaban del ideal, ya que se cansaba rápidamente y rengueaba. Más tarde nos enteraríamos que tuvo una operación importante en una de sus piernas hace ya algunos años, que lo dejó averiado (utiliza un bastón para su vida cotidiana, no en el escenario).
El concierto estaba siendo muy similar al del 2004 en cuanto a la lista de temas. Pese a la juventud de los músicos paraguayos, pudieron cumplir con las expectativas, y suplantaron en buena forma a músicos con mucha más trayectoria como los JERIKO. La seguidilla de ”Killers”, ”Phantom of the opera” y ”Running free” enloqueció a todos los fans.
Luego de los bises –”Blitzkrieg bop”, de THE RAMONES y ”Sanctuary”-, PAUL dejó el escenario ofuscado y sin saludar. La reacción fue motivada por la actitud de algún imbécil que no tuvo mejor idea que tirarle un objeto que, por suerte, no dio en el blanco. Tras 80 minutos de una performance sin brillo, este episodio opacó aún más el set.
Pasan los años y PAUL DI’ ANNO continúa inmerso dentro de un circulo del cual no puede escapar, o bien no quiere salir. Más allá de haber participado en diversos proyectos (KILLERS, uno de ellos) durante estos últimos 27 años, su carrera siempre giró en torno a los dos únicos discos que grabó con IRON MAIDEN. Parece ser que PAUL, que está a punto de cumplir 50 años, no podrá huir de esos tres maravillosos años que le tocó vivir. Él tampoco está interesado en dar una vuelta de tuerca. Los viejos fans de IRON MAIDEN, felices.
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