RESEÑAS

Valió la pena

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Uno podía ver, en las calles aledañas, en la fila para ingresar o ya dentro del lugar, la diferencia de edad existente entre los espectadores (un amplio segmento que iba de los 15 a los 45 años). Si observabas a la gente de acuerdo a la edad, podías ver la diferencia. Para un chico de 18 era como que iba a ver los verdaderos GUNS N’ ROSES; en cambio, para una persona de más de 30 la sensación era distinta.

Dulce espera

IRREAL fue la primera agrupación en subir a escena a las 20:15hs. Basaron su participación en canciones propias tales como ”Mañana será peor”, aunque se destacaron por su gran versión de ”Burn”, de DEEP PURPLE. Su hard rock, influenciado por VAN HALEN, AC-DC, AEROSMITH, entre otros, sin ser genial, entretuvo a la masa durante poco más de 30 minutos. Sonaron correctamente, pese a escucharse algunas deficiencias con la voz (el cantante lo ocultó a pura actitud).

Qué mejor que una banda de versiones para telonear a ADLER y compañía. Así que COVERHEAD, un grupo formado por músicos experimentados (CARUCHA, de NATIVO, el más conocido), ocupó ese lugar. Lograron que la gente se mueva gracias a temas de VELVET REVOLVER (”Fall to pieces”, una de las tres que pasaron), THE CULT (”Sweet sold sister”, una de las dos), KISS, PAUL MC CARTNEY y GUNS ‘N’ ROSES. Algunas versiones salieron mejores que otras, pero en general fueron todas interpretaciones más que decentes.

Subió la adrenalina

Entre la finalización del show anterior y el comienzo del siguiente, pasaron casi 60 minutos. Por este motivo, los asistentes empezaron a mostrar su impaciencia a través de ciertos cánticos. Ansiaban con mucha expectativa la salida de la gente de ADLER’S APPETITE. El motivo de la demora fue porque estaban tocando algunas temas en el programa ”Apaga la tele”.

Así que después de este retraso, accedieron al escenario a las 22:40hs. El sonido estuvo un poco bajo al inicio, aunque rápidamente mejoraría. Esto no afectó en ningún momento la performance del grupo. No opacarían maravillosas canciones como ”It’s so easy” y ”Night train”. El ”Olé, olé, olé, ADLER…, se hacía sentir desde temprano (el bajista, CHIP Z’NUFF tocaba estos acordes con su instrumento). A su vez, el propio STEVEN agradecía por tanto cariño y respeto.

A pesar de que en su paso anterior les había ido muy bien, no esperaba tanta cantidad de gente, ya que el público en general no es muy partidario para los tributos. Sin embargo, después iban a cambiar sus opiniones tras el concierto. Siguieron con otras dos de ”Appetite for destruction”: ”Out ta get me” y ”My Michelle”.

Con la letra bien aprendida

STEVEN se levantaba constantemente de su silla para arengar y provocar el griterío del público. El buen cantante SHELDON TARSHA lo ayudaba en esa función. Hablando de éste último, podemos decir que el parecido de la voz con AXL ROSE es innegable, aunque desde el carisma está a años luz. Solo por momentos se lo notaba algo afónico a TARSHA. Para todos los estribillos en que la masa tenía la posibilidad de participar, se encendían las luces.

Cada músico conoce a la perfección la función que debe desempeñar arriba del escenario: qué vestimenta llevar, qué caras poner, qué movimiento hacer, qué punteo tocar, etc. Los consejos de STEVEN seguramente habrán servido. La gente al escuchar los primeros acordes de cada una de las 14 canciones del show, saltaba y agitaba con la misma intensidad. Canciones como ”Mr. brownstone” o ”Rocket queen” eran recibidas de igual manera. Fue una fiesta en todo momento.

Durante el cover de BOB DYLAN, ”Knockin’ on heaven’s door”, se vivió unos de los instantes más interactuados de la noche. El vocalista bajó a las vallas e hizo participar a la gente que estaba allí. También presentaron a cada uno de los integrantes de la banda, en donde por supuesto STEVEN fue el más ovacionado (por pasado y presente, lo tiene merecido). El clima festivo perduró con ”Civil war” y ”Mama kin”.

Un final a toda orquesta

Este tributo liderado por ADLER ya lleva algunos años girando por el mundo. El set list que ejecutan es prácticamente el mismo desde sus comienzos. A pesar del esfuerzo que realizan, se les hace difícil no demostrar la rutina que sienten al tocar estas grandes canciones. STEVEN es el único que no lo exterioriza (su sonrisa estuvo presente durante todo el show). Así y todo, el recital es de gran calidad y de mucho profesionalismo. Es muy difícil quedarte quieto ante una canción como ”Paradise city”.

El break de dos minutos sirvió para retomar energía y prepararse para el cierre. Antes de despedirse con dos tremendos clásicos, ADLER tuvo su tiempo exclusivo. Tocó un enérgico e interesante solo. Luego de ello, ”Sweet child on mine” y ”Welcome to the jungle” provocaron el delirio total de la masa. En especial para esta última, la emoción se sintió desde cerca del escenario hasta las puertas de ingreso.

Cuando un músico decide rendirle un tributo a una banda (la cual integró), generalmente es muy criticado y desprestigiado. ”Cómo está robando”, es uno de los comentarios de los tantos que se hacen. No obstante, qué mejor que un ex integrante para homenajear a dicho grupo. Al menos en el caso de ADLER, solo toca las canciones que grabó. Reflexionando bien sobre el tema, ¿qué se le puede recriminar a un hombre que participó de un disco, que vendió más de 25 millones de copias alrededor del mundo? Solo había que presenciar el show del viernes para sacarse cualquier tipo de duda.

Redacción ElAcople.com

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